Ana Iris Simón: "Cada vez más jóvenes llegarán a Cristo por vía natural por su sed de trascendencia"

La escritora y periodista Ana Iris Simón asegura que la “belleza” debe ser una de las vías para acercar de nuevo a la Iglesia a la sociedad: “Siempre he creído que es objetiva, que está presente en el arte y en el mundo, y que a través de esas vías se puede llegar a Dios”.

En estos términos se ha expresado durante el diálogo que ha mantenido sobre el futuro del cristianismo con el jefe de Opinión de ABC, Diego S. Garrocho, en el encuentro organizado por el Máster en Cristianismo y Cultura Contemporánea de la Universidad de Navarra.

En una sociedad cada día más secularizada, donde el 58% de las personas se declaran católicas pero tan solo el 20% afirman ser practicantes según los últimos datos del CIS, ambos periodistas han analizado cuál es la relevancia del cristianismo en el mundo de hoy, su papel en la esfera pública o los retos que plantean quienes aún consideran la religión como un pilar fundamental en su vida.

El coloquio, que ha contado con más de 120 asistentes presenciales y al que han asistido 500 personas online, ha estado moderado por el profesor del Máster en Cristianismo y Cultura Contemporánea, Ricardo Calleja, quien ha opinado que la sociedad de hoy ha optado por salir del cristianismo “dando un portazo”, pero percibe que “son muchos los que se asoman por la ventana, anhelando el calor que arde en las comunidades cristianas, en el legado de verdad y belleza que reconocen en el catolicismo”.

En este sentido, los ponentes han coincidido al apuntar la belleza y sus distintas manifestaciones culturales como caminos para llegar a la trascendencia. Ana Iris Simón ha secundado la reflexión de Calleja, afirmando que “se está produciendo un cambio de percepción con respecto a la Iglesia” en las nuevas generaciones.

“Durante muchos años, en España, se la ha asociado con una dictadura, pero creo que los más jóvenes no la ven como ese instrumento ideologizado y partícipe de aquella etapa. Además, se percibe en ellos una sed de trascendencia y creo que por una vía casi natural llegarán a Cristo”.