Argüello advierte de que el aborto o la falta de vivienda desafían "la dignidad de la persona" sobre la que se sustenta la Constitución

No se puede condensar mejor en un tuit la radiografía de un país. Así lo ha hecho el presidente de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, en un mensaje publicado en su cuenta oficial de 'X' (antiguo Twitter) con motivo del Día de la Constitución, que este viernes, 6 de diciembre, cumple 46 años de su aprobación. 

Un periodo de casi medio siglo donde el desarrollo y progreso de España ha sido indiscutible, si bien tiene que hacer frente a diversos desafíos, tal y como ha expuesto el también arzobispo de Valladolid.

En este sentido, Argüello ha recordado que nuestra Carta Magna “se fundamenta en la dignidad de la persona”, y organiza nuestra convivencia según “el Estado de Derecho y mira al bien común como Estado social”.

No obstante, el presidente del episcopado español advierte de que la Constitución, como principal documento que rige nuestra convivencia, tiene que hacer frente a una serie de desafíos como país, como son “el aborto, confusión de poderes, falta de vivienda, acogida de inmigrantes y sentido de Nación”, tal y como ha expresado Luis Argüello en su mensaje en 'X'.

La radiografía de Luis Argüello sobre los problemas de España

Unas declaraciones que vienen a resumir lo que ya expresó el presidente de la Conferencia Episcopal Española el pasado 18 de noviembre durante el discurso de apertura de la última Asamblea Plenaria, donde Argüello ponía el acento en algunos de los problemas más acuciantes que debíamos resolver como sociedad.

La primera de ellas es el invierno demográfico, que está provocando más muertes que nacimientos, mientras las cifras de aborto se mantienen estables en torno a los 100.000: “Ha calado en nuestra sociedad el mensaje de que tener niños no es buena idea”, recalcaba el prelado.

Sobre el problema de acceso a la vivienda como consecuencia de los elevados precios de alquileres y pérdida de poder adquisitivo en las familias, el presidente del episcopado alertaba de que todo ello está dificultando “la vida familiar y social de muchos conciudadanos”.

Luis Argüello también puso el foco en la precariedad laboral que lastra especialmente a los jóvenes, pese a que se rechacen muchos puestos de trabajo al tiempo que se desprecia la aportación de las personas migrantes: “El mercado laboral los reclama, pero tiran de las condiciones laborales hacia abajo; viven en nuestros pueblos y barrios y participan en los servicios del estado del bienestar, gracias a sus hijos se mantienen escuelas que sin ellos cerrarían, pero la sanidad y los servicios sociales experimentan límites; a veces, se generan guetos y se pone de manifiesto la dificultad real del multiculturalismo”, lamentaba.

En cuanto a la clase política, el arzobispo de Valladolid hacía hincapié en un “déficit creciente de vida democrática” provocada por “la falta de encuentro y de diálogo” en favor de la “dialéctica populista y polarizada” y en un “clima cultural de posverdad”, por lño que reclamaba a las administraciones poner en marcha “un proyecto de bien común, en medio de los desafíos de un mundo en guerras sangrientas e híbridas”, y que “ha de hacernos superar populismo y polarización”.