Arranca el Año Jubilar Mariano para conmemorar los 300 años del Santuario de la Virgen del Puerto de Plasencia
Uno de los momentos más emotivos durante la Eucaristía se vivió cuando los presentes entonaron al unísono el Himno de la Virgen del Puerto para cerrar la ceremonia
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El Año Jubilar Mariano con el que se conmemora los 300 años del Santuario de la Virgen del Puerto de Plasencia ha arrancado este sábado, 25 de marzo, con cientos de placentinos y visitantes acudiendo a la ermita para celebrar una Misa que daba el pistoletazo de salida a este acontecimiento.
El obispo de Plasencia, Ernesto Jesús Brotóns, ha presidido la Eucaristía donde centró su homilía en el papel de la Virgen María, primero en la propia Anunciación y, posteriormente, en la Virgen del Puerto, recordando su historia y ensalzando su figura.
Durante la Eucaristía, la asamblea rezó la Oración del Año Jubilar. Un momento emotivo que se ha repetido, todavía con mayor profundidad, al entonar todos al unísono el Himno de la Virgen del Puerto para cerrar la ceremonia, tras la cual hubo una actuación de la tuna.
Un acto especial, único y que pasará a la historia de la diócesis extremeña y de la ciudad, con la presencia de autoridades, civiles y eclesiásticas en la que el fervor por la Virgen del Puerto se ha convertido en emoción desbordada, culminada al término de la Eucaristía al entonar los fieles el Himno de la Virgen del Puerto.
La ceremonia de apertura del Año Jubilar ha coincidido con la Festividad de la Anunciación del Señor y con la Jornada de la Vida. Por eso, el inicio de la celebración se ha producido al juntarse los celebrantes con los participantes en la III Marcha por la Vida en La Cruz.
Desde allí han subido hasta el Santuario rezando las Letanías a los Santos. En una entrada al templo abarrotada de fieles, se ha procedido al rito de apertura, en el que el Vicario General, don Jacinto Núñez Regodón, ha procedido a leer el Decreto tras las palabras de Monseñor don Ernesto Brotóns. Inmediatamente, se ha abierto la Puerta y el Santuario se ha visto desbordado por la cantidad de fieles que llenaron todo el interior, incluido el coro. Muchos, por tanto, se han tenido que quedar fuera.