"Atendía a los heridos de los dos bandos'': el testimonio de reconciliación de Fernando Huidobro

En proceso de beatificación, el que fuera capellán de la Legión murió en la Guerra Civil mientras atendía a uno de los legionarios heridos: "Fue alegre, sencillo y sacrificado"

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Redacción Religión

Publicado el - Actualizado

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La Guerra Civil tuvo ejemplos de concordia entre los dos bandos. Fernando Huidobro Polanco es uno de ellos. Este sacerdote jesuita fue expulsado, como toda la orden, en 1932. Pero ''no se quedó en Bélgica expulsado, sino que quiso venir a España a ayudar a los militares en la guerra fratricida'', explica Javier Boada, capellán castrense y miembro de la comisión para la beatificación del padre Huidobro.

Boada le define como ''el capellán de todos''. Al volver a España colaboró en el bando Republicano, pero después se pasó al Nacional. ''Siempre atendiendo a los heridos, a los legionarios sobretodo, estando destinado a la cuarta badnera de la legión''. El 'pater' Huidobro siempre colaboró activamente con la Legión. Atendía a los demás incluso estando herido. Era un sacerdote que cruzaba trincheras, iba de un lado a otro para atender a los moribundos.

El 11 de abril de 1937, en plena batalla de Madrid, falleció por la explosión de un obús. Fue en la Cuesta de las Perdices, a la salida de Madrid por la A6, entre Puerta de Hierro y el hipódromo de la Zarzuela. En ese momento estaba atendiendo a un herido. Hay un monolito donde falleció que le recuerda. Él estaba en un hotel donde, a modo de puesto avanzado de socorro, entraba para atender a los heridos.

Sus restos reposan en la parroquia de san Francisco de Borja (Madrid), pero acaban de ser trasladados al claustro junto a la capilla del Santísimo. Se busca así facilitar la visita de fieles y devotos. La ceremonia fue presidida el 19 de julio por José Cobo, arzobipso de Madrid, para visibvilizar su vida. También estuvieron presentes el arzobispo castrense, Juan Antonio Aznárez y el superior de los jesuitas en España, Enric Puiggrós.

El proceso de beatificación del padre Huidobro comenzó en 1947. Ahora se encuentra en la segunda fase, la llamada fase romana. ''Ya se ha entregado toda la documentación histórica y se ha hecho toda la labor de archivos junto con una comisión histórica nombrada por el arzobispo de Madrid', asegura Boada, que ha trabajado en la comisión. El proceso de beatificación comenzó en 1947.

Huidobro despierta mucha devoción dentro y fuera de La Legión

Los restos se han visibilizado más por la devoción. 'Estaba en el atrio de la iglesia de san Francisco de Borja y no era un lugar muy visible''. Esto le da un impulso grande a su figura ''porque le da accesibilidad'' para miles de devotos. ''Hay mucha memoria dentro de la legión'' por los actos y objetos suyos que quedan en el museo de Melilla.

Para los legionarios, el padre Huidobro, fue alegre, sencillo, sacrificado y servicial sin llamar la atención, y con sentido teológico. Un ejemplo de conciliación y concorida entre los dos bandos. ''Atendía a los heridos de los dos bandos''. Forma parte de la devoción y espíritu de los legionarios. Muchos testigos atestiguan cómo daba su vida por los demás.

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