Ávila celebra este viernes la mística experiencia que vivió Teresa de Jesús en el Monasterio de la Encarnación

Este viernes, 26 de agosto, se celebra la Transverberación de Santa Teresa de Jesús. Una festividad desconocida por muchos, en la que se recuerda la experiencia mística que vivió la santa en la capilla del Monasterio de la Encarnación en Ávila en torno al año 1562.

La propia Teresa de Jesús relató en sus escritos lo ocurrido, y que le marcó profundamente, llevándole incluso a hacer un voto especial a Dios que la impulsó en sus reformas, fundaciones y camino de santidad. Tal y como cuenta la santa, en el monasterio vio a su izquierda un ángel en forma humana. Era de baja estatura y muy hermoso, su rostro lucía encendido y dedujo que debía ser un querubín, uno de los ángeles de más alto grado. Una “flecha divina” que marcó el corazón de Santa Teresa.

“Veíale en las manos un dardo de oro largo, y al fin del hierro me parecía tener un poco de fuego. Este me parecía meter por el corazón algunas veces y que me llegaba a las entrañas. Al sacarle, me parecía las llevaba consigo, y me dejaba toda abrasada en amor grande de Dios”, describió Santa Teresa de Jesús.

La fundadora de la Orden de los Carmelitas Descalzos continuó exponiendo que “era tan grande el dolor, que me hacía dar aquellos quejidos, y tan excesiva la suavidad que me pone este grandísimo dolor, que no hay desear que se quite, ni se contenta el alma con menos que Dios”.

“No es dolor corporal sino espiritual, aunque no deja de participar el cuerpo algo, y aun harto. Es un requiebro tan suave que pasa entre el alma y Dios, que suplico yo a su bondad lo dé a gustar a quien pensare que miento”, agregó la primera mujer en ser considerada como Doctora de la Iglesia

Este tipo de vivencias espirituales es llamado en la Iglesia como “la transverberación”, que es la experiencia mística de ser traspasado en el corazón causando una gran herida. Efectivamente, cuando la santa falleció, la autopsia reveló que en el corazón había una cicatriz provocada por una herida larga y profunda.

La historia del Monasterio de la Encarnación de Ávila

El Monasterio de la Encarnación fue fundado en 1478 en el interior de la ciudad, siendo a principios del siglo XVI cuando el convento carmelita fue trasladado a las afueras. construyéndose el monasterio sobre unos terrenos adquiridos al Cabildo y que, anteriormente, había sido el cementerio judío.

El 4 de abril de 1515, día en que Santa Teresa de Jesús fue bautizada, se inaugura, aún sin concluir, el monasterio, configurado con cuatro naves que cierran un patio central, con claustro de dos plantas. A finales del siglo XVI la celda que ocupó Teresa de Jesús se destina a oratorio, ideándose construir una capilla, la cual no quedará inaugurada hasta 1717. La configuración actual de la capilla de la Transverberación es a base de cuatro arcos torales y cúpula de media naranja.

Este Monasterio es uno de los lugares esenciales de la vida de Teresa de Ávila, donde permaneció casi ininterrumpidamente desde 1535 hasta 1574. Fue declarado Monumento Nacional en 1983.