Ayuda a la Iglesia Necesitada activa una campaña para ayudar a la Iglesia de Ucrania con un millón de euros
Menéndez Ros ha remarcado que la campaña 'Emergencia Ucrania: Empieza la guerra, la Iglesia se queda' persigue no dejar sola a la Iglesia del país en estos momentos difíciles
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Ayuda a la Iglesia Necesitada ha puesto en marcha la campaña ' Emergencia Ucrania: Empieza la guerra, la Iglesia se queda' para enviar un millón de euros de ayuda de emergencia en apoyo a la Iglesia en Ucrania, ante el avance de la guerra y el aumento de las necesidades en el país.
El director de la fundación pontificia, Javier Menéndez Ros, ha explicado que pese a que ha estallado una guerra que todos querían evitar, “Ayuda a la Iglesia Necesitada no abandonará en este momento tan difícil a la Iglesia”.
La Iglesia católica de Ucrania está ofreciendo ayuda a los desplazados y quiere continuar su misión junto a los que más sufren. El arzobispo Mayor de la Iglesia greco-católica ucraniana, Sviatoslav Shevchuk, ha afirmado recientemente a Ayuda a la Iglesia Necesitada que "no abandonaremos a la gente aunque haya guerra. Nuestros sacerdotes, nuestras monjas, se quieren quedar con nuestro pueblo".
Con el estallido de la guerra, la fundación pontificia refuerza “su apoyo para los 4.879 sacerdotes y religiosos, y 1.350 religiosas en Ucrania, para que puedan continuar con sus programas pastorales y sociales”.
Ayuda a la Iglesia Necesitada, con Ucrania desde hace décadas
Desde hace más de cuatro décadas, la fundación pontificia colabora con la Iglesia del país del Este europeo para que pueda desarrollar su labor.
Ha sido el segundo país más ayudado por esta fundación pontificia en 2020, con 4,8 millones de euros. La ayuda es principalmente para la formación del clero y la reconstrucción de iglesias, monasterios, seminarios y casas parroquiales, muchos de ellos fueron confiscados o destruidos durante el control soviético.
“Especialmente ahora, ACN tiene que asegurar la presencia de sacerdotes, religiosos y religiosas con su pueblo, en las parroquias, con los refugiados, en los orfanatos y hogares para madres solteras y para ancianos”, ha asegurado Menéndez Ros.
Por su parte el obispo de Járkov, una de las diócesis que se encuentran al este de Ucrania, Pavlo Honcharuk, ha remarcado que “la situación empeora cada día. Los precios están subiendo, especialmente para los bienes esenciales. La situación en la diócesis es muy difícil. El número de fieles ha disminuido y los que se quedan, lamentablemente, no pueden mantener las parroquias ni sostener a los sacerdotes. Ellos mismos vienen y piden ayuda a los sacerdotes y hermanas”.