Bernardito Auza presidirá el próximo 20 de agosto la festividad de la Virgen de Torreciudad

El Nuncio Apostólico en España y en el Principado de Andorra, el arzobispo filipino monseñor Bernardito Auza y Cleopas, presidirá el próximo 20 de agosto la celebración de la festividad de la Virgen de Torreciudad. Estará acompañado por el obispo de la diócesis de Barbastro-Monzón, Ángel Pérez Pueyo, el vicario del Opus Dei en España, Ignacio Barrera, y el rector de Torreciudad, Ángel Lasheras.

Ofrecimiento de bebés nacidos

La fiesta de la Virgen de Torreciudad se celebra el domingo posterior a la solemnidad de la Asunción de Nuestra Señora y entre sus actos más destacados se encuentra el ofrecimiento en la ermita de bebés nacidos en el último año y su pesaje en la antigua balanza, en el que los padres ofrecen productos de la tierra en su equivalente en peso. Estas ofrendas se distribuyen posteriormente entre familias necesitadas de la zona en colaboración con Cáritas Diocesana, han explicado desde el santuario en un comunicado.

El Nuncio Apostólico representa al Papa ante las Iglesias particulares y los Estados y autoridades públicas, fomentando la unidad entre la Sede Apostólica y las diócesis que se hallan en la demarcación. Monseñor Auza fue nombrado para esta misión por el Papa Francisco el 1 de octubre de 2019.

Sobre el santuario de Torreciudad

Torreciudad es un santuario mariano, un lugar para honrar a la Virgen, que derrocha sus gracias y devuelve la alegría, fruto de una experiencia personal de renovación interior. Bajo esta advocación, la Virgen muestra su cercanía a las realidades cotidianas de las personas y de las familias, atendiendo con generosidad sus peticiones desde hace más de diez siglos.

Se encuentra a 24 km. de Barbastro (Huesca, España), un lugar en el que, desde el siglo XI, los cristianos han venerado a Santa María bajo la advocación de Nuestra Señora de los Ángeles de Torreciudad. La imagen de la Virgen es una talla románica de gran belleza y serenidad en la que el Niño se muestra sentado sobre las rodillas de su Madre como en un trono. Situado en un paraje con gran atractivo natural, se conserva una torre de vigilancia de la época árabe que da nombre al conjunto: turris civitatis, torre-de-la-ciudad. Junto a ella se alza sobre unos riscos la ermita, construida sobre los vestigios medievales.