Brígida, más de 15 años ayudando a los migrantes: "El que sale de su tierra no lo hace porque quiere"
La carmelita misionera ha vivido durante 30 años en África y ahora es la coordinadora del Programa de Jóvenes Subsaharianos en Pueblos Unidos
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Pueblos Unidos es un centro social gestionado por los jesuitas donde acompañan, sirven y defienden a las personas migrantes. Luchan por una sociedad justa y plural.
Este lunes se celebra el Día Mundial del Refugiado y para conocer más de cerca su trabajo hablamos con Brígida, carmelita misionera que estuvo en África durante 30 años. Pasó la mayoría de sus años como misionera en Malawi y ahora lleva 17 ahora en Madrid y es la coordinadora del Programa de Jóvenes Subsaharianos. ¿Cómo empezó el trabajo de esta ONG?
Su trabajo en Pueblos Unidos
“Empezó por una necesidad del barrio: la población aquí, la mayoría son migrantes y gitanos. Estábamos en el boom de los emigrantes que empezaban a llegar, sobre todo los marroquíes, los latinos y las personas provenientes de los países del este”, nos dice Brígida.
Brígida llegó a Madrid en el 2005, después de 30 años pasados en Malawi. Llegó en el mes de abril y el día 4 de mayo ya estaba trabajando aquí de voluntaria en Pueblos Unidos: “Fui muy bien acogida por los jesuitas y eso fue una bendición para mí. Después de estar 30 años en una misión fuerte, bonita, de mucha entrega, donde realmente me había sentido una africana más, me llamó muchísimo la atención encontrarme con muchos jóvenes africanos en Plaza Castilla, aparcando coches, durmiendo en la calle y entonces me acogieron en esta ONG de Pueblos Unidos y empecé a dar la lata de que había que hacer algo con ellos”.
"Todos tenemos un nombre"
En África, Brígida había trabajado en el ámbito sanitario, en los hospitales, como enfermera comadrona: “Cuando volví a Madrid me tuve que reinventar, pero me impresionó muchísimo la respuesta que me dio un chico africano en la Plaza Castilla cuando le pregunté que hacía allí, cómo se llamaba […] me dijo que no tenía nombre y le dije que todos tenemos un nombre […] él me respondió que no existía para nadie y le dije que, desde ese momento, iba a existir para mí. A partir de allí decido que tenía que hacer algo para ellos”.
¿Cuál es la misión de esta ONG? Para Brígida “es acoger, servir, denunciar, pero sobre todo acompañar y ayudar a que la gente recupere su dignidad como personas. La mayoría de ellas la pierden solamente saliendo de su tierra, de su familia […] algunos de ellos tienen que pasar realmente por un camino muy duro, incluso exponiendo su vida y dejando muchos familiares y amigos por el camino. Nuestra misión es ayudarles a recuperar su dignidad, aquí se hace de todo”.
"El que sale de su tierra tiene una razón fuerte para hacerlo"
Según la carmelita misionera los jóvenes son “carnes de cañón, si no hay quien les acoge, son los más vulnerables porque la mayoría de ellos no tienen familias […] las familias que llegan también son un problema y aquí se les ayuda muchísimo, tenemos un Programa de Vivienda, un Programa de Hospitalidad que precisamente se trata de acoger a familias que se encuentran en la calle o recién llegadas, que no tienen ninguna red para ayudarles”.
Otro de los trabajos de Brígida es visitar el CIE de Aluche: “Es precisamente allí donde uno se topa con gente que pueden pedir un asilo, una ayuda humanitaria y es muy doloroso. A veces nos cuesta mucho que reconozcan que son candidatos al asilo. Allí sí que creo que hay muchas dificultades”. Para la carmelita, “el hecho de haber estado en África a mí me ayuda a entender que realmente no salen porque quieren, el que sale de su tierra tiene una razón fuerte para pedir un asilo o una protección humanitaria”.