El card. Cañizares recuerda el valor de la enseñanza religiosa escolar: "Vivimos una crisis de humanidad"

El arzobispo de Valencia ha asegurado que en estos tiempos, el lenguaje sobre Dios ha pasado a ser insignificante en el espacio público, e incluso en la vida cotidiana"

El card. Cañizares recuerda el valor de la enseñanza religiosa escolar: "Vivimos una crisis de humanidad"

Redacción Religión

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El arzobispo de Valencia, el card. Antonio Cañizares, ha dedicado su última carta semanal a la “enseñanza religiosa escolar” y alertó de que con frecuencia se suele afirmar que se suprimirá la enseñanza religiosa en la escuela, a lo que respondió que no es cierto ya que “la garantizan los derechos humanos de libertad de enseñanza y de religión, y acuerdos internacionales” y aunque “no se suprimirá”, sí podría “someterse a una manera de ver que la desfigure en su identidad”.

El cardenal Cañizares recordó así el documento “Orientaciones pastorales sobre la enseñanza religiosa escolar” publicado en el año 1979 que todavía es “punto de referencia sobre la temática de esta enseñanza en el ámbito escolar”.

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"Se ha producido en España una verdadera revolución cultural”

“La situación que, tal vez entonces más como futuro, tenían ante sí los Obispos de la Comisión de Enseñanza, y la que hoy estamos viviendo, como presente, son la misma: se ha producido en España una verdadera “revolución cultural”, que se asienta en una manera de entender al hombre y al mundo, así como su realización y desarrollo, en la que Dios no cuenta, por tanto, al margen de Él, independiente de Él”, explica el Arzobispo de Valencia.

Y el arzobispo de Valencia aseguró que en estos tiempos, “el lenguaje sobre Dios ha pasado a ser ‘insignificante’ en el espacio público, e incluso en la vida cotidiana” y “ha quedado relegado al interior de las conciencias en su vida específicamente religiosa”.

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"Vivimos hoy en una profunda crisis de humanidad y de norte moral"

"Para orientar el camino a seguir, es importante tener presente el contexto del momento actual que vivimos en España, inmersa hoy en una profunda crisis de humanidad y de norte moral, y, por ende, con la necesidad apremiante y primerísima de que se ofrezca “a las nuevas generaciones un horizonte moral, una formación con principios y valores y fines que permitan al hombre existir en el mundo no sólo como consumidor y trabajador..., sino como persona, capaz y necesitada de algo que otorgue a su existir dignidad junto a lo que la sociedad, la economía y la historia vayan ofreciéndole sucesivamente...El más grave problema de España hoy son las instituciones educativas entre la escuela infantil y la universidad" ha afirmado el arzobispo de Valencia.

Aseguró que “detrás de la supuesta realidad silenciada de Dios muchos no han reconocido nada; consiguientemente, se han replegado sobre su propia finitud, sobre sus grandes o modestos proyectos, sobre sus grandes o pequeñas satisfacciones”, algo especialmente evidente “con las actitudes públicas ante la pandemia o ante el volcán de la isla de La Palma”.