El cardenal Omella ve el confinamiento nocturno como una oportunidad para conciliar trabajo y familia
En una entrevista concedida al diario ABC, el presidente de la CEE ha abogado por adaptar los horarios a los estándares europeos para ganar en calidad de vida
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El presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Juan José Omella, ha manifestado en una entrevista concedida al diario ABC que el confinamiento nocturno en el territorio español para luchar contra los efectos de la covid-19 podría constituir una oportunidad para impulsar “un cambio en nuestros hábitos para tener un ritmo de vida más saludable”.
Pese a que a juicio del Arzobispo de Barcelona este confinamiento decretado “no es agradable para nadie” debido a las consecuencias económicas que podría traer consigo para “muchas personas y familias que regentan bares y restaurantes”, añade que “no tiene ningún sentido para la vida familiar y para la vida personal unos horarios laborales como los que llevan la mayoría de españoles”.
Por ello, el cardenal ha abogado durante la entrevista en ABC por adaptar los horarios a los estándares europeos, ya que “nos podría servir para ganar tiempo de calidad y para mejorar nuestra salud y nuestro bienestar. Estamos acostumbrados a un ritmo de vida ajetreado y estresado. Difícilmente hay espacios de sosiego durante la semana y todo ello incide en nuestras relaciones familiares, de amistad, etc.”
Un estrés que, como ha precisado el presidente de la CEE, afecta a nuestro recogimiento interior y a la serenidad “a nuestra relación con nosotros mismos y, evidentemente, dificulta nuestra relación con Dios”.
Así las cosas, apunta que la sociedad debe trabajar para que la conciliación familiar y laboral empiece a ser una realidad: “Tenemos que pasar más tiempo con la familia, con nuestros mayores, con los niños, etc. Debemos reservar tiempo para escucharles, para jugar con ellos, para que nos cuenten sus preocupaciones. Ojalá que podamos aprender a dedicar tiempo a aquello que realmente importa”, subraya.
De hecho, el cardenal Omella ha indicado que “la Iglesia está colaborando con su presencia en foros en los que se discute un nuevo régimen horario que beneficie a las personas, a las familias y, con ello, a toda la sociedad. Pero, mientras ello no cambie, en la medida que nuestra misión es servir a las personas que viven en este país, nos adaptaremos a su horario”, precisaba durante la entrevista al diario.