La ciudad de Madrid agradece el trabajo de Carlos Osoro entregándole la medalla de oro de la Policía Municipal
En la ceremonia, que ha tenido lugar en la Puerta de Granada, en el Parque de El Retiro, ha contado con la presencia del alcalde José Luis Martínez Almeida y de otras autoridades
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El cardenal arzobispo emérito administrador apostólico de Madrid, Carlos Osoro, recibió la Medalla de Oro de la Policía Municipal de Madrid. De esta manera, la ciudad de Madrid ha querido agradecer el trabajo y la colaboración del cardenal durante los nueve años en el que ha estado presidiendo la archidiócesis.
Una condecoración que este año ha compartido también con el embajador de Ucrania en España, Serhii Pohoreltsev; la Unión de Ciudad Capitales Iberoamericanas (UCCI) y la Unidad de Servicios Especiales (USE).
El premio se ha enmarcado dentro de las celebraciones de san Juan Bautista, patrón del cuerpo municipal, el pasado 23 de junio, día en que se hizo público el galardón. En la ceremonia, que ha tenido lugar en la Puerta de Granada, en el madrileño Parque de El Retiro, ha contado con la presencia del alcalde José Luis Martínez Almeida y de otras autoridades de la capital.
La despedida en la catedral de la Almudena
La catedral de Santa María la Real de la Almudena de Madrid ha acogido este sábado una solemne y emotiva Eucaristía en acción de gracias con motivo de la finalización del ministerio episcopal del cardenal Carlos Osoro como arzobispo de Madrid.
Durante la homilia, el cardenal Osoro se ha mostrado muy agradecido por su etapa al frente de la Iglesia madrileña: "
”. Ha incidido además que a lo largo de su ministerio episcopal ha servido de norte a sur y centro de España, recordando que fue obispo de Orense, arzobispo de Oviedo, arzobispo de Valencia y arzobispo de Madrid.
Ante esto, ha afirmado que “pido al Señor que me perdone todo lo que no me hizo dar testimonio claro de Él. Y a todos vosotros os pido misericordia: quise pasar junto a vosotros haciendo el bien, pero sé que en algunas ocasiones no lo logré. Perdón, misericordia y gracias. Doy gracias a Dios por este itinerario de mi vida episcopal. Aprendí a amar, servir y dar la vida en la Iglesia a la que quiero con toda mi alma. En ella el anuncio de Jesucristo ha sido mi pasión. A pesar de mis límites y pecados he sentido ciertamente la mano del Señor dándomela siempre”.
Por último, ha expuesto que “desde hoy mi trabajo y dedicación fundamental será seguir rezando por vosotros. Recé por todos vosotros, ahora lo seguiré haciendo con la gracia de Dios, con más tiempo y dedicación a la oración. Pongo a la Iglesia que camina en Madrid en manos del Señor. Os he querido y habéis sido desde que fui nombrado arzobispo de Madrid, mi ocupación fundamental, pero además con la tarea más bella que un ser humano puede tener: daros a conocer a Jesucristo. Pues esta, pero de otra manera, seguirá siendo mí pasión por vosotros”.