¿Cómo volver a la rutina tras la Navidad sin morir en el intento?: "Fomentar la comunicación"

Tras estas fechas de celebración, la vuelta a la realidad se nos puede hacer cuesta arriba. Por eso, la psicóloga Elena Calleja ha dejado en ECCLESIA algunos consejos.

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La Navidad ha finalizado y en 'ECCLESIA Domingo' hemos vuelto a la rutina y le hemos pedido a la psicóloga Elena Calleja que nos dé unos 'tips' o consejos para dejar estas fechas atrás y reincorporarnos a nuestros deberes de una forma sana.

Lo principal, según ha expuesto Elena, es fijarse metas pequeñas y realistas que podamos ir alcanzando poco a poco. Nos podemos sentir 'abrumados' a la vuelta por haber cambiado nuestro ritmo de comidas, de ejercicio y de actividades frecuentes. Priorizar y organizar unos hábitos saludables como por ejemplo intentar comer más sano, dormir las horas recomendadas, volver a nuestro círculo social progresivamente o volver a nuestros hábitos de cuidado personal son aspectos fundamentales que no debemos dejar de hacer. Es importante llevarlos a cabo pero sin agobiarnos.

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También planificar momentos de descanso, aunque muchas veces no tengamos momentos para dormir, la desconexión es muy importante para entrar con buen pie en este nuevo año y poder cumplir con todos nuestros propósitos y retos. El último consejo que nos ha traído Elena ha sido el de 'Fomentar la comunicación abierta'. Esta premisa no significa que podamos quejarnos constantemente del esfuerzo que nos supone la vuelta, pero sí debemos exteriorizar aquello que sentimos con personas de confianza para poder quedarnos tranquilos. Siguiendo estos consejos, el inicio de año nos va a resultar mucho más fácil y cómodo.

Además, otro detalle que nos hace pensar en la vuelta es que una vez finalizada la Navidad toca recoger los adornos y el Belén; a más de uno se nos puede hacer cuesta arriba esta tarea tan sencilla y hay incluso alguno que deja el nacimiento todo el año colocado. Las señales son inconfundibles; las luces, el muérdago y la decoración desaparecen de las calles de nuestras ciudades y eso solo puede significar una cosa: es hora de volver al trabajo, a las clases y a nuestra rutina después de estas fechas tan señaladas.