El concierto de Hakuna congrega a 8.000 personas, entre ellas al cardenal Osoro: "Cantando, rezamos dos veces"
El arzobispo de Madrid participó en el evento que abarrotó el madrileño Palacio de Vistalegre, donde los jóvenes se rindieron a la música pero también a la emoción y a la oración
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Después de dos años "cocinando a fuego lento" su último disco QAOS, Hakuna Group Music ha congregado a más de 8.000 personas este 17 de septiembre en el Palacio de Vista Alegre de Madrid. Un emotivo concierto en el que se palpó la alegría, la ilusión, al esperanza, pero también la oración a través de la música.
Uno de esos asistentes al macro concierto fue el cardenal Carlos Osoro, arzobispo de Madrid. “Me gustó mucho ver a tantos jóvenes juntos en Vistalegre y poder acompañarlos, que es algo que he intentado hacer siempre como sacerdote y obispo”, ha explicado el purpurado a ECCLESIA.
Osoro, que estuvo acompañado del obispo auxilar de Madrid, Jesús Vidal, ha destacado el valor de la oración a través de la música: “Santa Teresa decía que «el que canta, ora dos veces»” y ayer había una gran alegría, la alegría que produce el encuentro con el Señor, que ha de llevar al encuentro con otros”.
Una capilla en el backstage
Las 8.000 personas reunidos en el evento corearon unidos canciones como Noche o Huracán, que como expresaron los artistas, “son un grito en la búsqueda de Dios”. Otras, destacan, “son fruto de horas y horas de oración con los salmos”.
Desde sus redes sociales, antes de comenzar el concierto, el grupo lanzó un mensaje desde la capilla ubicada en el backstage de Vistalegre, donde hubo momento para la adoración: “Cada canción va a llegar al cielo, con cada abrazo y cada mirada”.
¿Qué es Hakuna?
Los miembros de esta asocacioón privada de fieles se definen como "cristianos que juntos seguimos a Cristo, compartiendo un estilo de vida que aprendemos arrodillados ante Cristo Hostia. Y así aprendemos a vivir arrodillados ante el prójimo, ante la vida y ante el mundo".
Juntos, crean "espacios de vida en los que contagiamos la Vida. Disfrutamos de todo —aun de lo que el mundo desprecia— porque todo es bueno, y así glorificamos a Dios. Deseamos colaborar con el Espíritu para transfigurar todas las realidades. Tenemos el empeño de vivir con alegre cara de resucitados. Queremos hacer de la vida una fiesta, y hacer de las fiestas momentos de vida".
Estos jóvenes, y no tan jóvenes, se exprsan habitualmente con música: "Vivimos lo que cantamos y cantamos lo que vivimos. También con música queremos recordar al mundo la belleza de la vida, y mostrarles la belleza de Cristo", aseguran.