Concluyen las jornadas Mariápolis Europea 2022: “Un camino hacia la Paz”
Del 24 al 28 de julio se han celebrado las Jornadas estivas promovidas por el Movimiento de los Focolares
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El objetivo de esta convivencia ha sido fortalecer los vínculos entre los diferentes pueblos de Europa partiendo de los ciudadanos y de la sociedad civil, para dar una aportación real a la fraternidad del continente y a la paz. Los testimonios han aportado una fuerte dimensión ecuménica, como el de Wim y Elma de la iglesia protestante de Holanda; la apertura interreligiosa de Mardía, sufi, acompañada de su familia; el compromiso concreto por una ecología integral; el empeño por una Europa unida, evidenciado por el proyecto en marcha en Bruxelas con la aportación plural de ciudadanos del este y del oeste europeo.
La convocatoria, celebrada bajo el título Un camino hacia la Paz, ha tenido su sede central en el Centro Mariápolis Luminosa (Las Rozas de Madrid) y ha reunido a casi 200 participantes, con un alto porcentaje de jóvenes y representantes de diferentes países europeos: Gran Bretaña, Alemania, Polonia, Holanda, Bélgica, Malta, Portugal, Italia y, por supuesto, España. Algunas conexiones online han permitido acoger en el auditorio, virtualmente, pero con calor y participación, a otras Mariápolis contemporáneas en Portugal, Italia y Eslovenia, donde destacaba un numeroso grupo de Ucrania.
Un entramado de mesas redondas, diálogos, talleres temáticos, intercambio de testimonios, excursiones, momentos musicales y recreativos, han permitido realizar un viaje de interioridad y de relaciones fraternas hacia la Paz, de la mano de nuestros grandes místicos españoles: Teresa de Jesús y Juan de la Cruz; así como de Chiara Lubich, fundadora de los Focolares.
Discurso del cardenal Carlos Osoro
De hecho, un subtítulo ha acompañado el desarrollo del programa: del castillo interior al castillo exterior, lema sobre el que hizo notable hincapié el cardenal Carlos Osoro durante las horas que transcurrió en Mariápolis, en las que, además de la celebración de la santa misa, escuchó también historias de jóvenes presentes que ha reconocido «revolucionadas por la puesta en práctica del evangelio».
«“Mirad como se aman...”, es la expresión que mejor refleja mi experiencia de estos días, como se dice de las primeras comunidades cristianas», comentaba un joven de Oviedo, apenas ordenado diácono. Y añadía: «me he convencido a través de hechos concretos y cotidianos, de que esto no tiene que ver con el funcionamiento de una empresa, sino con la vida de una familia».
Los testimonios han aportado una fuerte dimensión ecuménica, como el de Wim y Elma de la iglesia protestante de Holanda; la apertura interreligiosa de Mardía, sufi, acompañada de su familia; el compromiso concreto por una ecología integral; el empeño por una Europa unida, evidenciado por el proyecto en marcha en Bruxelas con la aportación plural de ciudadanos del este y del oeste europeo, recorrido muy apreciado también por Luis Manuel Romero, Director de la Comisión Episcopal para Laicos, Familia y Vida de la CEE.
El saludo en vídeo de M. A. Shomali, Director y fundador del Instituto Internacional de Estudios Islámicos de Qom (Irán), puede resumir el mosaico multicolor que ha llenado de esperanza a los presentes: «Cada uno de nosotros somos como un ladrillo, que unidos a otros construimos el edificio de la paz universal. ¡Qué Dios esté con vosotros!».