La diócesis de Ciudad Real celebra el funeral por su obispo emérito Mons. Rafael Torija

La Diócesis de Ciudad Real ha celebrado la misa funeral por Mons. Rafael Torija. El obispo emérito de Ciudad Real falleció el pasado sábado a la edad de 92 años.  El rito ha tenido lugar en la Santa Iglesia Catedral de Ciudad Real. 

"D. Rafael ha sido un gran regalo de Dios para nuestra diócesis. Su vida y ministerio episcopal, a través de multitud de gestos y palabras, nos han transparentado su amor a Dios y a la Iglesia que Dios le encargó que pastoreara. Dios nos ha bendecido a través de él". Así reza la nota de la diócesis de Ciudad Real en memoria y despedida de su pastor. 

Representantes de las administraciones local, provincial y autonómica, como la alcaldesa de Ciudad Real, PIlar Zamora; el presidente de la Diputación, José Manuel Caballero, y la consejera de Empleo, Patricia Franco, así como políticos de varios partidos -entre ellos el expresidente de la Junta y diputado del PSOE en el Congreso por Ciudad Real, José María Barreda, y la exalcaldesa de Ciudad Real y diputada del PP en el Congreso Rosa Romero- y también autoridades militares han asistido este lunes a la catedral para acompañar a los familiares de Torija.

A la misa, que ha sido oficiada por el obispo prior de Ciudad Real, Gerardo Melgar, también han asistido otros obispos eméritos de otras diócesis, como el obispo emérito de Albacete, Ciriaco Benavente; el obispo emérito de Ciudad Real, Antonio Algora y los obispos eméritos de la diócesis de Orihuela-Alicante, Victorio Oliver Domingo y Rafael Palomero Ramos.

En la homilía, el obispo prior de Ciudad Real ha elogiado que Rafael Torija fue "un gran regalo de dios" para la diócesis de Ciudad Real, porque fue "un pastor sencillo, cercano, interesado por todos y por todos sus problemas y siempre estuvo al lado de los que más le necesitaban en cada momento". 

"Ha sido un pastor fiel y solícito del rebaño de Cristo en Ciudad Real que pastoreó durante 27 años", ha alabado Melgar, que también ha querido recordar a Rafael Torija como un "obispo cercano a todos, por eso el recuerdo de su persona es un recuerdo imborrable como persona sencilla y cercana", que además "animó, representó y garantizó la vivencia de la fe de la Iglesia y la proclamación del Evangelio".

Vida sacerdotal y episcopal

Torija se ordenó sacerdote a los 25 años, después de cursar los estudios sacerdotales en el seminario de la diócesis de Toledo. Amplió sus estudios con las licenciaturas de Teología y Sociología en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma.

Hasta su nombramiento como obispo en 1976, Mons. Torrijas sirvió en Castilléjar (Granada) y Riópar, de la entonces diócesis de Toledo. Paralelamente, desempeñaba labores de coadjutor de la parroquia de Santiago, en Toledo, e impartía clases de Teología en el Seminario de Toledo. 

Su trayectoria como obispo comenzó como auxiliar de Santander en noviembre de 1969, consagrado el 14 de diciembre. Diez años después sustituyó como prelado a Mons. Hervás en el Obispado Priorato de Ciudad Real. Por entonces, ya ejercía como obispo delegado de la Comisión episcopal de Apostolado Seglar y como Consiliario General de la Acción Católica. En 1980, asumió su nuevo cargo como obispo residencial de Ciudad Real, junto con el título de Prior de las Órdenes Militares. 

Cargos en la CEE

En la CEE fue miembro de la Comisión episcopal de Apostolado Seglar (1972-1981 y 1984-1987); miembro de la Comisión Episcopal de Acción Caritativa (1972-1978; miembro de la Comisión Episcopal de Obispos y Superiores Mayores (1978-1981) y miembro de la Comisión Episcopal de Clero (1984-1993). Además, formó parte de la Comisión episcopal de Seminarios y Universidades de 1993 a 2008.

Asimismo, fue Presidente de la Comisión episcopal de Apostolado Seglar entre 1981 y 1984 y Presidente de la Comisión Episcopal de Seminarios y Universidades de 1993 a 1999.