La discapacidad "no es un impedimento" para recibir la Buena Noticia del Evangelio

La Conferencia Episcopal Española publica las Orientaciones para la acción evangelizadora y catequética que promuevan y acompañen la pastoral en el ámbito de la discapacidad

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Sara de la Torre

Publicado el - Actualizado

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«Este documento es el resultado de muchos años de trabajo en el ámbito catequético con personas con discapacidad», así lo ha explicado a ECCLESIA María de la Peña, miembro del equipo que ha desarrollado estas Orientaciones para dar respuesta a las diócesis y parroquias que acoger, acompañar y caminar juntos con personas con discapacidad.

El área de Discapacidad de la Comisión para Evangelización, Catequesis y Catecumenado de la Conferencia Episcopal Española, que empezó su andadura en marzo del 2020 tras la reforma de los Estatutos de la CEE, tiene encomendado “promover y acompañar la pastoral en el ámbito de las personas con discapacidad. Así que el primer objetivo que nos propusimos fue preparar este documento”.

Nadie queda al margen en la Iglesia

Su no es otra cosa que servir de ayuda a todas y cada una de las Iglesias particulares, ofrecer pistas para vivir aún más la “inclusión” en su pastoral diocesana de todos aquellos miembros que, por tener alguna discapacidad, a veces pueden quedar al margen, tanto como sujetos activos de la comunidad, como en calidad de receptores del servicio pastoral y evangelizador propio de la Iglesia.

“Estas Orientaciones tienen como raíz el trabajo realizado en el mundo de la discapacidad desde el ámbito concreto de la catequesis. Muchas son las asociaciones y grupos eclesiales que trabajan en este ámbito con una larga presencia fiel y fructuosa. La discapacidad no es un impedimento para recibir la Buena Noticia del Evangelio, ni para ser testigos de la acción salvadora de Dios en la propia vida, sencillamente hay que saber abrirse y acoger a estas personas; ayudarlas y dejarnos ayudar por ellas para comprender cómo reciben ellas el anuncio, qué puede llegar a conocer, cómo suscitar la dimisión orante y celebrativa de la fe…”, explica.

¿Qué se necesita?

Las necesidades catequéticas se refieren a las diferentes capacidades, intereses, ritmos y estilos que influyen en el proceso catecumenal, haciendo que este sea único e irrepetible. Estas necesidades pueden ser apoyadas por aquellas acciones que den respuesta a la diversidad, como por ejemplo: organización de la sala de catequesis de manera que permita la participación entre todos, dar alternativas de elección sobre las actividades desarrolladas, variedad de actividades (trabajo individual o cooperativo), uso de materiales diversos, facilitar más tiempo para el desarrollo de las actividades, graduar los niveles de exigencias en la consecución de los objetivos de la sesión, entre otras. Para algunos catequizandos, sus necesidades catequéticas no pueden ser apoyadas con los medios y los recursos metodológicos habituales que se utilizan para responder a las diferencias individuales, porque requieren ajustes u otras medidas.

«Es mucho el camino hecho en este ámbito de la discapacidad, pero aún nos queda por recorrer. Ojalá la publicación de estas Orientaciones nos ayude a ponernos en camino juntos, tanto con los que viven con pasión en este campo de la discapacidad dentro de la Iglesia, como las asociaciones civiles que sirven de ayuda a las personas con diferentes discapacidades. Apostando por una pastoral solícita a las necesidades del hermano o hermana con discapacidad, a la vez que humilde para saber descubrir en él o ella un agente evangelizador», concluye Peña.

¿Cuáles son las claves del documento?