Una embarazada logra salvar su vida después de dar a luz gracias a la intervención de una monja de Sevilla: "Los riñones empezaron a funcionar"

'Ecclesia al día' conoce los testimonios de las consagradas Ave María y María Cristina, de la congregación Hermanas por la Vida que desempeña su apostolado en EEUU y acompañan a embarazadas con dificultades 

Embarazada

José Melero Campos

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Hermanas por la Vida es una congregación que trabajan en EEUU y Canadá, y cuyo carisma les lleva a proteger y enaltecer la vida humana. Se fundó en 1991 por el arzobispo de Nueva York entonces, el cardenal John O'Connor. 

Las consagradas Ave María y María Cristina (esta última de Sevilla) trabajan en una misión que atiende a mujeres embarazadas en crisis en Manhattan, en Nueva York. En 'Ecclesia al día' ambas han compartido el carisma de las Hermanas por la Vida.

“Hacemos los tres votos tradicionales, el de pobreza, castidad y obediencia, y un cuarto voto para la defensa de la vida humana”, ha comentado Ave María.

María Cristina por su parte ha concretado que pese a que se fundó en 1991, hasta 2004 no se convierte en instituto religioso. “Somos una comunidad contemplativa activa de oración y el apostolado enfocado en la defensa de la vida".

lA LABOR DE LAS hERMANAS POR LA vIDA: "Acompañamos a embarazadas con problemas"

El cardenal O'Connor la fundó hace más de tres décadas tras visitar un campo de concentración donde, al depositar sus manos en uno de los hornos crematorios, “fue conmovido por el mal que había sucedido y las vidas inocentes perdidas. De ahí creó el instituto religioso de mujeres que se consagrarían por proclamar la defensa y la santidad de la vida humana”, ha explicado Ave María, mientras María Cristina agrega que el arzobispo de Nueva York consideraba insuficiente los movimientos providas que existían entonces: “Vio la necesidad de invitar a que las mujeres se entregaran para defender la vida”.

María Cristina ingresó en las Hermanas por la Vida en su etapa como empleada de una constructora de plantas solares en California, donde conoció a una amiga de Comunión y Liberación que puso patas arriba su paradigma vital: “Ella lo dejó todo para entrar en la congregación, me puse a leer, lloré y llamé a la congregación. Me cogió por sorpresa, es un regalo del Señor”.

Monjas

Por su parte Ave María, natural de El Salvador, se encontraba estudiando en la universidad en EEUU cuando las conoció. Además, ha precisado en TRECE que cuentan con una casa en Manhattan “donde acompañamos a madres embarazadas a vivir con nosotros cuando no tienen donde quedarse”, ha detallado.

“Acompañamos a embarazadas con problemas, mujeres jóvenes, violaciones, vientres de alquiler porque el que lo compró propone al final abortar, embarazos de alto riesgo...”, ha agregado María Cristina.

dos de las historias más impactantes que han vivido las consagradas 

A lo largo de los años de apostolado, ambas consagradas tienen cientos de historias que compartir.

“Hay un chico que estaba visitando la ciudad con varios amigos por un torneo de baloncesto, y tocó el timbre en nuestra casa de acogida. Una hermana les abre la puerta y el chico quería visitar el lugar donde su madre dio a luz. Les quería presentar a los amigos las hermanas”, ha recordado Ave María.

Embarazo

No menos emotiva es la historia que con más cariño recuerda María Cristina en este proceso de acompañamiento a embarazadas con problemas.

“Era una mamá que iban a desconectar porque después de dar a luz se complicó mucho su salud y decidieron desconectarla. Inmediatamente fuimos al hospital, preguntamos al esposo y a su madre si eran católicas, y cuando llamamos al sacerdote estábamos rezando el Rosario. La chica estaba conectada a todo y cada vez que rezamos el Padrenuestro la chica gruñía. Vino el cura, le dio la unción de enfermos y nos fuimos. A la semana siguiente por sorpresa nos avisaron de que los riñones empezaron a funcionar, el corazón mejoró y estaba en condiciones de volver a casa con su hijo recién nacido y otro de un año y medio. Es la vivencia de una batalla espiritual, no nos deje caer en la tentación de la tristeza o querer tirar la toalla”, ha relatado.