"La gente tiene sed de Dios a pesar de las dificultades": La Navidad en medio de la crisis de desplazados en Burkina Faso
El Padre George Godo ilustra la resiliencia de la población, especialmente la Iglesia local que da educación y apoyo a los desplazados, y hace un llamamiento a la ayuda internacional mediante la ONG Ayuda a la Iglesia Necesitada
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En un rincón del mundo a menudo olvidado, Burkina Faso enfrenta una grave crisis humanitaria marcada por la violencia y el desplazamiento. La situación en este país africano es crítica, con un 40% del territorio bajo el control de grupos yihadistas. Esta violencia ha causado la muerte de más de 3.000 personas en los últimos años y ha desplazado a 2 millones de personas de una población total de 7 millones.
Entre las víctimas de esta crisis se encuentra Hyacinthe Julien Soré, un niño de 11 años que sueña con ser electricista. Su historia es un reflejo de la dura realidad que viven miles de familias desplazadas internamente. "Tenemos miedo del terrorismo. No queremos que vengan y recluten a nuestros hijos", declara Rosalí Soré, madre de Hyacinthe Julien, a Cristina López Schlichting en 'Fin de Semana COPE'. La falta de educación y la miseria hacen que los jóvenes sean vulnerables a la captación por parte de los grupos terroristas, quienes les prometen "un futuro mejor, dinero y poder".
La Navidad en medio del conflicto
A pesar de la adversidad, la Navidad en Burkina Faso es una gran fiesta, celebrada no solo por los cristianos, sino también por personas de otras religiones, incluyendo musulmanes. Como explica el Padre George Godo, sacerdote de Burkina Faso que fue testigo de la violencia de los grupos yihadistas allí, "la Navidad en Burkina Faso es una de las fiestas más importantes del país (...) una celebración espiritual, la fiesta de nuestra salvación".
La celebración incluye preparación espiritual, vestimenta nueva, bailes, cantos y comidas. Incluso en los campos de refugiados, se celebran misas improvisadas al aire libre, donde la gente manifiesta su "sed de Dios a pesar de las dificultades".
La importancia de la educación y el diálogo
La educación se presenta como un pilar fundamental para superar la crisis. En Burkina Faso, las escuelas católicas "acogen a niños cristianos y musulmanes" como explica Schlichting, "que aprenden a convivir juntos desde pequeños y que trazan los cimientos del diálogo interreligioso tan necesario en este país africano". "Para nosotros la persona humana es sagrada. Sea lo que sea su religión... La persona es el centro de la vida", afirma el Padre George.
A pesar de la existencia de sectas musulmanas que critican a los cristianos, la convivencia es pacífica gracias a los mismos musulmanes que defienden a los cristianos.
Llamado a la acción
La ONG del Papa, Ayuda a la Iglesia Necesitada, ha elegido a Burkina Faso para su campaña especial de Navidad, apoyando proyectos de escolarización. El Padre George destaca las urgencias del país: "necesitan agua, necesitan comida y necesitan educación". "Lo que puede ayudar mucho es la educación", añade, haciendo un llamado a la comunidad internacional para que contribuya a la justicia y al desarrollo de Burkina Faso.