''Hacer una liturgia digna'', el requisito para participar en el II Concurso de Cantos Litúrgicos

No todas las canciones que se cantan los domingos en misa se hicieron para la liturgia. Tras el Concilio Vaticano II han entrado en las iglesias muchas canciones de origen y ritmo profanos. Por ello hay iniciativas en iglesias, parroquias y diócesis que buscan cuidar los cantos que se eligen para cada misa. Es el caso del Grupo de Música Litúrgica. Nació en la archidiócesis de Buenos Aires en 2008. El padre Esteban Sacchi reunió a un grupo de músicos profesionales con ''compromiso eclesial'', como ha dicho en Ecclesia al Día.

Aparte de reunirse para cantar los domingos, comenzaron encuentros de música de coros y liturgia, cursos de formación, etc. Ahora trabajan en promover concursos de composición música litúrgica. El 31 de julio termina el plazo de la segunda edición del certamen. En la pasada entrega hubo tres premiados. Uno de los ganadores era de Costa Rica. Es una oportunidad abierta a todos los países hispanohablantes.

La pasada edición de 2022 estuvo dedicada a componer cantos de los tres momentos procesionales de la misa: entrada, ofertorio y comunión. Ahora se centran en los introitos. ''El canto procesional de entrada es importante porque congrega, da la nota de la fiesta que estamos celebrando, del tiempo litúrgico''.

Los cantos ganadores serán difundidos por las redes. En el jurado estará Marco Frisina, referente actual de la música litúrgica.

''El cuidado de la música litúrgica requiere de mucha formación y mucho tiempo, la música necesita tiempo, y a veces es difícil reunir a gente y ensayar'', señala el padre Sacchi. El Grupo de Música Litúrgica ensaya dos horas por semana, ''y aún así nos quedamos cortos''. Elegir cantos y sus arreglos es importante para hacer ''una liturgia digna''.

''Faltan cantos, como dice el Papa: 'que hagan vibrar el corazón de nuestros contemporáneos''', asegura Esteban Sacchi. Quieren disponer la fe para entrar en el misterio que se celebra. ''Hay mucha creatividad en la música religiosa y en los jóvenes, pero muchas veces esos cantos no tienen las características propias que piden los documentos de la lglesia para formar parte de la liturgia''. Los cantos de la misa son la liturgia misma, como establece el documento Musicam Sacram del Concilio Vaticano II.