La historia de Álvaro, que con el síndrome de Syngap-1, quiere peregrinar hasta el Vaticano

El protagonista de la historia inspiradora que Ana Medina presenta en ECCLESIA es Álvaro Calvente, un joven malagueño que peregrina con su padre

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Ana Medina

Publicado el - Actualizado

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“El Camino de Álvaro” es el nombre que recibe esta iniciativa puesta en marcha por Alfonso y Raquel para que su hijo participe de forma activa. Álvaro nació hace 18 años con una enfermedad rara, el síndrome de Syngap-1. La primera vez que peregrinaron fue en 2020 a Santiago de Compostela. Estaban esperando participar con su parroquia, San Patricio, en Málaga, pero por la pandemia, el plan se vino abajo. «Álvaro, que sobre todo es alguien muy perseverante, no aceptó el no por respuesta y decidimos hacerlo nosotros», cuenta su padre. Tres años después de aquello, el camino de Álvaro no se detiene, está lleno de energía y de nuevas etapas, y esta semana hacen un alto para participar en el programa que dirige Irene Pozo.

Álvaro es el séptimo de 10 hermanos, y aunque cada hijo es único, su padre lo define así: «Es unas pilas duracell, nunca se cansa, siempre dispuesto y con la alegría del agradecido. Le gustan las cosas de Dios y todo lo relacionado con la Iglesia le encanta, y el camino de Santiago para él es una maravilla». El segundo año, en 2021, la peregrinación fue más mariana y fueron a visitar a la Virgen de Guadalupe, en Cáceres, desde Talavera de la Reina. En 2022 volvieron al Camino de Santiago, y lograron besar al santo, algo que la pandemia no permitió. En 2023 han vuelto y han viajado además a reencontrarse con el obispo de Toledo, a quien conocieron en Guadalupe, Mons. Francisco Cerro. ¿Su próxima meta? Roma, aunque no adelantan más.

No somos Superman ni nada especial

Álvaro va compartiendo además su peregrinar en redes sociales bajo el perfil @caminodeálvaro. «Al camino se va a rezar y a pedir perdón, y nosotros llevamos con nosotros las intenciones de muchas personas que nos lo piden. Porque hay muchas personas necesitadas de Dios y de ayuda. Vamos en oración constante, y disfrutando de todo lo que nos regala Dios: la naturaleza, las personas con que nos cruzamos, que muchos lo conocen por las redes...» . También rezan por causas concretas, como las personas enfermas de ELA, la vida de clausura, etc. «No somos Superman ni nada especial, somos normales, un padre y un hijo, acompañados de su padrino en este caso, pero muchos confían en nosotros sus problemas y esperan nuestra oración», cuenta Alfonso.

En el programa, Álvaro y su padre reciben la sorpresa de recibir un mensaje de Eva Fernández, corresponsal de COPE y TRECE en el Vaticano. Ella les dice: «Álvaro tiene ese algo tan especial que tienen esas personas únicas que de tanto tratar de tú a tú con Dios, con esa naturalidad y familiaridad que tiene Álvaro. Basta una mirada suya, una sonrisa, para que te entren muchas ganas de ser mejor. Los besos que lanza al aire, su forma de decir todo lo que quiere al Papa Francisco y lo que reza por él, y por todos los que piden sus oraciones. Y Álvaro es así por sus padres, Alfonso y Raquel, y sus hermanos, una familia que siempre deja huella a quien la trata, que toca cada día el cielo, porque Álvaro es el cielo».