La historia de la Catedral de Burgos: 8 siglos contemplando una de las grandes joyas patrimoniales de España

La Catedral de Burgos es la iglesia más grande de la Península Ibérica. Repasamos los hitos más importantes de este templo a lo largo de sus 800 años de vida

00:00

La historia de la Catedral de Burgos: 8 siglos contemplando una de las grandes joyas patrimoniales de España

Pascual Claramonte

Valencia - Publicado el - Actualizado

6 min lectura

Detrás de algo tan emblemático como la Catedral de Burgos, que vive su VIII centenario en 2021, hay una historia que demuestra que, en ocasiones, los sueños se cumplen. La figura de Don Mauricio lo explica todo: “Pensó y siempre soñó con una gran catedral semejante a aquellas que se estaban haciendo más allá de los Pirineos”. Nos lo cuenta al otro lado del teléfono René Payo, catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Burgos. Él es una de las personas que mejor conoce una catedral que tiene a Don Mauricio, por aquel entonces obispo de Burgos, como gran impulsor.

Mauricio estudió en París y en suelo francés conoció los grandes avances que se estaban desarrollando en el arte gótico, sirva de ejemplo Notre Dame. De ahí su anhelo por conseguir algo parecido que no podría haber sido posible sin el apoyo de la monarquía: “Fue un personaje fundamental en el reinado de Fernando III Le convenció para que se pusiera en marcha la catedral después de haber realizado un importante servicio para el Rey como fue recoger a Alemania a Beatriz de Suabia, la que se convertiría en su primera esposa”. De hecho fue el propio Mauricio quien les casó en la antigua catedral románica que existía en el mismo punto en el que ahora se encuentra la actual.

ctv-yro-1617275909693

Con más de 12.000 metros cuadrados, la Catedral de Burgos es la iglesia más grande de la Península Ibérica. ¿Cómo se empieza a construir algo así en el año 1221? René Payo nos lo detalla: “Lo primero que había que hacer era una traza, un diseño del edificio. No se sabe quién la hizo aunque muy probablemente fue un maestro francés”, nos apunta. Tenemos los planos y también una hoja de ruta. El siguiente objetivo, conseguir el principal material: piedra caliza. En su búsqueda ayudó la orografía de la zona: “En Ontoria por fortuna hay una cantera de la que se extrajo el 90% de la piedra de la catedral. Esa piedra después era ensamblada por los maestros de cantería y había otros especialistas, tallistas, que daban forma a elementos decorativos”.

Con ese escenario, y contando con el sustento económico de la corona, las obras avanzaron de forma rápida. Es difícil cuantificar cuántas personas pudieron trabajar en esos primeros años. Lo que sí que se sabe es que era un grupo grande en los que había montadores de andamios, carpinteros o por ejemplo gente especializada en el uso de las poleas. Para René Payo, que también es presidente del Consejo Asesor de la Fundación Octavo Centenario de la Catedral, se puede hablar de construcción rápida: “En la década de los 30 ya está construida la cabecera. Lo que es el buque de la catedral, nave central y laterales, están finalizadas unos 50 años después de haber iniciado las obras”, comenta Payo.

La imagen de una Iglesia en obras era algo por aquel entonces típico en toda Europa. Pasaban los siglos y aparecían cambios a través de las nuevas corrientes del arte. La Catedral de Burgos no iba a ser una excepción. Destaca el periodo entre el año 1.450 y el 1.550 con la llegada de arquitectos alemanes. Entre ellos los Colonia, que incorporaron elementos tan característicos como las agujas de la fachada o la capilla del Condestable.

Si hiciéramos un recorrido histórico podríamos hablar de bodas importantes o de otras anécdotas como que hasta el S.XVI se reunía el ayuntamiento de la ciudad. Algunos datos curiosos como el de que todos los reyes que llegaron a Burgos visitaron la catedral… Pero lo que te planteamos es un recorrido por su interior.

Algo que si estás leyendo o escuchando te pueda servir como aperitivo si nunca has estado o como un recuerdo si ya la has visitado. Los que conocen bien el lugar recomiendan contemplar sus vistas desde fuera. Mención especial para la fachada.

Ya en su interior es obligado detenerse en El Cristo de Burgos. Es, sin duda, una de las grandes devociones medievales. Se encuentra en una capilla que tiene ese mismo nombre. En ella rogan miles de fieles cada año ante una figura única. Se trata de una estructura interior de madera ,recubierta con piel de animal que incluso lleva cabellos humanos. Una sensación de realismo que hace que parezca un cadáver.

Estamos ante el año del octavo centenario de la catedral y ante el primer centenario de uno de los acontecimientos históricos más destacados de la historia reciente. Desde 1921 descansan los restos de Rodrigo Díaz de Vivar, del CID Campeador. Su tumba, también es parada obligada para contemplar otra de las grandiosidades, el cimborrio: “Si te pones justamente encima, respetuosamente, miras hacia arriba y contemplas un auténtico prodigio octogonal en el que se sintetiza la tradición gótica, la renacentista y la mudéjar”, explica René Payo

Siguiendo por las naves de la catedral, también merecen una parada las esculturas del trasaltar. Felipe de Bigarny nos trae los primeros ejemplos del renacimiento en Castilla. A través de la nave del evangelio, dejando atrás la Capilla del Condestable y algunos elementos finales del gótico, nos encontramos la capilla de Don Luis Osorio de Acuña. Allí se encuentra el retablo de madera más importante de España, el de Santa Ana, que exalta la Inmaculada Concepción de la Virgen.

Siguiendo hacia el fondo, también nos topamos con una escalera dorada que comunica a la catedral de burgos con la calle Fernán González. Una obra realizada por un burgalés, Diego de Siloé e inspirada en el renacentismo italiano de Bramante o Miguel Ángel.

ctv-76y-1612352672600

Otro elemento curioso: el Papamoscas

En todas las horas en punto. Abre la boca mientras mueve su brazo derecho para darle a una campana. Es una figura que se encuentra en lo alto de la nave mayor, en concreto asomándose por encima de un reloj situado a 15 metros de altura. Y siempre tiene la boca abierta. Su objetivo, atrapar las moscas que entren en ella. Es de origen medieval y viste estilo cortesano.

La catedral derrocha arte, historia, curiosidades y también secretos. Curiosidades complicadas de detectar para cualquiera. Las paredes hablan, tal y como nos apunta el propio René Payo: “A mi me gusta, cuando la visito con niños pequeños, que vean las marcas de cantería que hacían los canteros para poder cobrar la piedra. Otras curiosidades nos sirven como pistas para saber lo que pudo pasar hace cientos de años en un punto exacto de la catedral: “La cripta del Condestable, en donde recientemente, cuando se bajó a ella, encontraron casetas del ejército francés quemadas. Actuaron a modo de pequeñas antorchas cuando los franceses entraron para saquear la tumba del Condestable. O acercarse, subir de manera sigilosa a la base del retablo mayor, donde casi oculta está una figura de uno de los infantes castellanos que es el infante traidor, el infante que ordenó el asesinato del hijo de Guzmán el Bueno”, nos ejemplifica Payo.

El valor histórico y artístico de la catedral de Burgos está fuera de toda duda. Cumplirá 800 años y los que le quedan… Para rendir homenaje ha nacido la Fundación Octavo Centenario ( para poner link: https://www.catedraldeburgos2021.es/ ) que durante 2021 plantea diferentes proyectos culturales y sociales programados para los próximos meses. Si no has ido, 2021 es un gran año para conocerla, sin duda.

Temas relacionados