La historia de Florentino Pérez, el "cura de pueblo" que ha dicho 'no' a Masterchef
Florentino Pérez se define como un "cura de pueblo" y tiene un programa en su cuenta de Instagram al que ya ha echado el ojo 'Masterchef'
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Florentino tiene 37 años, es de Zamora y 'regenta' una cuenta de Instagram con más de 2.000 seguidores. Puede que no sean muchos, pero ya son más del doble que la población del pueblo donde nació. No vende ropa, ni es futbolista... es -según sus propias palabras- un "cura de pueblo" y ha rechazado una oferta para participar en el programa de TVE 'Masterchef'.
Atiende nada más y nada menos que 18 parroquias en Bermillo de Sayago, una zona "empobrecida y abandonada por todos" en la frontera con Portugal de la Castilla zamorana. Esto implica no solo administrar los sacramentos, sino también organizar la pastoral juvenil, catequesis, administrar los templos, las cáritas parroquiales y por supuesto cada persona de manera personal, de tú a tú.
"No falta trabajo", pero sin embargo, Florentino Pérez ha acaparado no pocos titulares por su labor en redes sociales y por su posible fichaje por el programa culinario 'Masterchef'. Sus dos mil seguidores en Instagram se deben a su cuenta @ancalcura -que significa 'en casa del cura'-, donde sube vídeos de diferentes cenas -en plan 'Mi casa es la tuya'- que prepara junto a personalidades de su región.
Su intención es "reflejar lo que Jesús hacía en el evangelio, llegar a las personas sentándose con ellos en la mesa". Normalizar y mostrar a la gente que un sacerdote es también una persona que cocina, que come y que es "un cura sencillo, compremetido y entregado . Un cura que sabe dialogar desde sus principios cristianos, pero que sabe ponerse a la escucha del mundo para proponerle el evangelio".
La historia de Florentino Pérez
Dice que si pudiera invitar a cenar al Papa, le haría una sopa de ajos y una tortilla francesa; algo sencillo para alguien sencillo. Desde los 14 años sintió esa intuición que le llamaba a entregar su vida a Dios. Estudió en el seminario menor, y "desde muy temprano tenía claro que lo que quería era ser cura".
Durante los estudios de secundaria fue "madurando su vocación" e identificó "una serie de signos que me llevaron a plantear esta vocación" Una vocación con la que quiere darse a los demás "vivir desde el servicio, la entrega a los otros, y desde esa entrega intentar hacer que los demás también puedan experimentar a Dios".
El concurso de cocina 'Masterchef' insistió en que participara, pero finalmente la cantidad de trabajo en su diócesis le ha hecho tener que denegar la oferta. Pero sus cenas retransmitidas por Instagram -grabadas con su teléfono móvil- seguirán viéndose en su cuenta.
A pesar de haber estado toda la entrevista hablándole de usted, con mucho respeto me ha dicho al final que podía por supuesto llamarle de tú. Una persona normal, sencilla y con ganas de servir a las personas que tiene al rededor. No importa que sea en 18 parroquias o a unos pocos seguidores en Instagram -que cada vez crecen más-.