La historia de la religiosa que salvó a 80 niños de la persecución nazi
La religiosa les dio a los niños calidez y amor y creó un ambiente hogareño y tranquilo en su internado
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Durante el régimen nazi hubo muchos católicos, religiosas y religiosos, que se esforzaron para ayudar y ofrecer un lugar seguro a todas las personas que estaban siendo perseguidas. Sin embargo, el nombre de una religiosa francesa es mundialmente reconocido por haber salvado a 80 niños de la persecución: la hermana Denise Bergon.
Cuando el régimen nazi invadió Francia estableció un gobierno “títere” presidido por el mariscal Philippe Pétain que se conoce como la “Francia de Vichy”. Este régimen, siguiendo lo que se hacía en Alemania, dictó leyes anti judías. Frente a esta situación que ponía en peligro a la comunidad judía, el arzobispo de Toulouse, Jules-Géraud Saliège emitió en agosto de 1942 una carta pastoral. La misma debía leerse en todas las parroquias de la diócesis y decía:
“En nuestra propia diócesis escenas de espanto se suceden en los campos de Noé y Récébédou. Los judíos son hombres, las judías son mujeres. Todo no está permitido contra ellos, contra esos hombres y mujeres, contra esos padres y madres de familia. Forman parte del género humano. Son tan hermanos nuestros como el resto. Un cristiano no puede olvidarlo“. Este llamado llegó a los oídos de la hermana Denise Bergon y decidió que debía hacer algo.
El desafío de la hermana Denise Bergon
La hermana Denise era directora del internado Notre-Dame en Massip, una pequeña ciudad en el departamento de Lot, en el suroeste de Francia. Cuatro meses después de que el arzobispo de Toulouse enviara la carta, y ya entrando el invierno, se convenció que debía ayudar a las víctimas de la persecución nazi.
¿Qué hizo? Poniéndose en peligro de ser descubierta y castigada, la hermana comenzó a utilizar su escuela como lugar de refugio para niños judíos cuyos padres habían sido deportados u obligados a esconderse. Para eso desarrolló toda una tarea digna de espías: los niños de Notre-Dame de Massip recibieron documentos de identidad falsos y nombres ficticios y fueron vestidos como niños cristianos.
Tan discreta y sigilosa fue con su labor que sólo cuatro hermanas sabían que en realidad aquellos niños eran judíos. Pero además de estas maniobras para ocultarlos, la hermana Bergon les dio a los niños calidez y amor y creó un ambiente hogareño y tranquilo en su internado. Por esta hazaña, la hermana logro salvar a más de ochenta niños. Pero no solo eso, también ayudó a adultos y familias enteras. Escondió a once adultos en su escuela y organizó un refugio alternativo para varias familias.
El testimonio de los niños que logró salvar
Annie Bach tenía 15 años en septiembre de 1942 cuando ella y sus padres fueron arrestados. Con la ayuda de una red clandestina, Bach escapó y se fue a Toulouse, donde la remitieron al internado de la hermana Bergon.
La propia hermana, se expuso a ser descubierta y viajó a Toulouse para buscar a la niña, que estaba completamente sola. Cuando la guerra terminó Annie Bach recordaba: “Cuando llegué a Massip, ya había otros niños allí. Hubo en total ochenta u ochenta y cinco cuyas vidas se salvaron porque una hermana, la señora Bergon, fue capaz de mostrar energía, coraje y suficiente imaginación para afrontar todos los peligros“.
Hélène Oberman, otra sobreviviente gracias a la hermana, recuerda que fue llevada a Massip en febrero de 1943 y entre cincuenta y sesenta niños vivían allí en un ambiente cálido y amigable. Hélène señala que la hermana Bergon también ayudó a los niños a mantenerse en contacto con sus padres, que estaban escondidos. A pesar del considerable peligro la llevó a visitar a sus padres en su escondite.
Como si esto fuera poco, en 1943, cuando el régimen nazi llevó terribles redadas en la región de Massip, la religiosa preparó a los niños para esconderse en los campos y bosques cercanos. Por esta conducta heroica ejemplo de todo cristiano, la hermana Denise Bergon desafió al régimen nazi y hoy ocupa un lugar en el Muro de Honor de los Justos entre las Naciones.