La Iglesia de Barcelona celebra a 16 nuevos beatos en la Sagrada Familia

La comunidad eclesial de Barcelona recibirá a 16 nuevos referentes en la fe, con la presencia del cardenal Angelo Becciu, enviado por el Vaticano. 

16 historias de beatificación de los años de la persecución

Pablo Valentín-Gamazo

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Hoy es un día de fiesta y de orgullo para la Ciudad Condal. A las 11:00 horas, la familia eclesial de Barcelona celebra que 16 mártires de su archidiócesis van a convertirse en nuevos beatos de la Iglesia católica. La Sagrada Familia acoge la ceremonia que preside el cardenal Angelo Becciu, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos. Es el representante que El Vaticano y el Papa Francisco han enviado expresamente a esta celebración. Junto a él, concelebrarán el arzobispo de Barcelona, el cardenal Juan José Omella y los obispos auxiliares, Mons. Sergi Gordo y Mons. Antoni Vadell. 

Estas 16 nuevas de referencias de vida en la fe son 13 religiosos de diferentes órdenes y tres laicos. Las congregaciones de San Pedro Ad Víncula, de las Capuchinas de la Madre del Divino Pastor y la de las Franciscanas de los Sagrados Corazones son los carismas a los que pertenecían los 13 consagrados. Todos ellos estaban ubicados y desarrollaron su vocación en el territorio de la archidiócesis de Barcelona.

A la ceremonia la ha precedido una Vigilia de Oración en Santa María de la Mar y la va a clausurar espiritualmente una celebración eucarística de Acción de Gracias por los nuevos beatos, que se va a celebrar en la Catedral de Barcelona

Este reconocimiento de la Iglesia llega a Barcelona casi ocho años después. Fue en 2010 cuando se clausuraba el proceso diocesano de los hoy beatos y, años después, el Papa aprobaría por fin el Decreto de Beatificación. Finalmente, la Secretaría de Estado de El Vaticano lo anunciaba para hoy en la Sagrada Familia. Las 16 historias que se convierten en testimonios de beatificación ocurrieron en los años treinta. En el contexto de la persecución que marcó esos años, estas 16 personas fueron víctimas y mártires. 

Las Congregaciones han comunicado la alegría que es para ellos poder contar con hermanos y hermanas señalados por la fidelidad, el amor y la entrega. Resaltan como virtudes de su testimonio la fe, la caridad y el perdón. Además, han valorado que se trata de referentes actuales de la fe, tanto de la vida consagrada como de la laical, también para los jóvenes tras la clausura del Sínodo. Por último, han agradecido que sea la Sagrada Familia la ubicación de la ceremonia y que se vaya a contar con la presencia de autoridades eclesiales vaticanas y locales.