La Iglesia del Congo se vuelca con la población de Goma, ciudad que vive "sin luz, agua ni alimentos" tras los ataques del grupo rebelde M23
El sacerdote congoleño Phidele Nkanza ha compartido en TRECE la realidad que vive la población de Goma y cómo la Iglesia trata de paliar sus necesidades: "Estamos rezando para solucionarlo no con las armas, sino con diálogo"

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Las malas noticias se acumulan en la República Democrática del Congo, donde los combates se han intensificado especialmente en la ciudad de Goma, capital de la provincia de Kivu Norte, que ha sido tomada por los rebeldes del grupo armado M23.
La ONU ha alertado de la crisis humanitaria que atraviesa la región, con los servicios básicos paralizados, los saqueos están a la orden del día y los cadáveres son abandonados por las calles porque las morgues no dan abasto. En este escenario, la Iglesia está tratando de paliar las necesidades de esta población castigada.
Entre ellos se encuentra el sacerdote congoleño Phidele Nkanza, quien en 'Ecclesia al día' ha recalcado que la situación en Goma es “de pena y tristeza”.
Frente a esta dura realidad, la Iglesia a través de sus diócesis tratan de promover la paz y socorrer a la población afectada por estos ataques rebeldes: “El arzobispo de Kinsaha y el presidente de la Conferencia Episcopal del Congo ha estado con el presidente del Congo para ver cómo solucionar el conflicto. La Iglesia tiene un papel importante en este momento de nuestra historia del país. Estamos rezando para solucionarlo no con las armas, sino con el diálogo”, ha expresado el Padre Phidele.
La labor de la iglesia congoleña en un contexto de destrucción y violencia
Transmitir la fe y la esperanza en un contexto de destrucción y violencia es un reto importante para la Iglesia Católica, que a través de sus congregaciones y parroquias tratan de ayudar a los afectados: “Los colegios están acogiendo a muchos refugiados, gente que no tiene donde dormir, los sacerdotes y monjas tienen las iglesias abiertas para dar comida, ofrecer ropa...”
En este sentido, el Padre Phidele Nkanza ha recalcado que los ataques rebeles en Goma no corresponden a una guerra, sino a una invasión, estableciendo una comparativa con Ucrania: “Hay líderes del grupo M23 que son congoleños, pero la mayoría son militares de Ruanda”, ha precisado.
La República Democrática del Congo es uno de los diez países de todo el planeta más ayudados por Ayuda a la Iglesia Necesitada, que contribuye en la medida de lo posible a que la Iglesia dé cobertura a las familias víctimas de los ataques: “Goma se ha quedado sin alimentos, sin luz ni agua, la prioridad es reunir a los actores políticos para que hablen”, ha subrayado el padre Phidele.
Las vocaciones al sacerdocio, más vivas que nunca en el Congo
Pese a las dificultades, surgen en el Congo nuevas vocaciones al sacerdocio. Algunos estudian en el Seminario Mayor de Teología San Juan Pablo II. Muchos de ellos sintieron la vocación al sacerdocio desde niños, como es el caso de Jean-Claude Barak, de Goma.
“Vengo de una familia modesta de diez hijos, nueve varones y una niña. Desde niño sentí el deseo de ser sacerdote, me sentía atraído por los misioneros de la parroquia”, ha comentado.
Jean-Claude quería ser médico, pero Dios tenía otros planes para él. A su juicio, su mejor elección ha sido escuchar la llamada del Señor: “Esta región vive muchos problemas vinculados a varias rebeliones que han provocado repetidas guerras y mucha pobreza. Voy a ser sacerdote para traer consuelo a los que sufren con esta herida, llevando esperanza a los que lo han perdido todo”, lamenta Jean-Claude Barak.