La Iglesia en España sigue caminando en el proceso sinodal: "La unidad debe prevalecer sobre el conflicto"
Algunas diócesis españolas ya están celebrando algunas Jornadas Sinodales Diocesanas respondiendo a la llamada realizada a la Iglesia Universal por el Papa Francisco
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Desde el mes de octubre la Iglesia Universal está convocada en Sínodo. El Papa ha invitado a toda la Iglesia a interrogarse sobre la sinodalidad, un tema decisivo para su vida y su misión porque “precisamente, el camino de la sinodalidad es el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio”.
El objetivo de este tiempo es que la Iglesia pueda aprender, a partir de este camino sinodal, qué procesos le pueden ayudar a vivir la comunión, realizar la participación y abrirse a la misión.
La fase diocesana, la primera de este Sínodo, se ha iniciado en el mes de octubre y se prolongará hasta el mes de agosto de este año. Algunas diócesis españolas ya están celebrando algunas jornadas sinodales diocesanas respondiendo a la llamada realizada a la Iglesia Universal por el Papa Francisco.
El ejemplo de la diócesis de Bilbao
Una de ellas es la diócesis de Bilbao que el pasado sábado realizó una jornada sinodal diocesana en el auditorio de la universidad de Deusto. Debido a la situación sanitaria, tuvieron que reducir el aforo y participaron alrededor de 100 personas representando a los 97 grupos que han respondido a la consulta.
El obispo de Bilbao, Mons. Segura inauguró el encuentro pidiendo “para nosotros y el conjunto de la comunidad diocesana, el Espíritu de Jesús. Pido – dijo el obispo – porque sin Espíritu, la sinodalidad es babel. Sin Espíritu las discrepancias en opiniones y propuestas se diluyen en el caos y el olvido. Este trabajo de discernimiento, el que ya hemos hecho y el que queremos hacer hoy, tiene como presupuesto compartido nuestra fe en el Espíritu, protagonista de la vida de la Iglesia, de sus diálogos y discernimientos, renunciando a la ilusión de que uno u otro puede o debe controlar los procesos, los resultados”.
Mons. Segura también indicó que la historia nos enseña que quedarnos quietos, paralizados por miedo o por cansancio nunca es bueno para la Iglesia, “pero también nos invita a seguir caminando en comunión con la gran Iglesia universal, convencidos de que los debates de ideas son necesarios, un cierto nivel de divergencias y confrontaciones es siempre inevitable, pero como nos dice el Papa, la unidad debe prevalecer sobre el conflicto”.
La Jornada diocesana prosiguió con la presentación del documento de síntesis y los participantes pudieron reflexionar sobre dicho documento y aportar cuestiones que consideraban significativas.
El trabajo sigue en la archidiócesis de Burgos
En la Archidiócesis de Burgos, durante el último Consejo Pastoral Diocesano, también se pudieron resumir algunas ideas que han salido fuera durante las reuniones de los grupos que participan en el Sínodo: superar la mentalidad individualista, alcanzar consensos comunes, dejar de ser estructuras estancas y trabajar conjuntamente, mayor implicación y corresponsabilidad del laicado y abandonar el clericalismo, conversión pastoral y comunitaria.
A través de un cuestionario trabajado en grupos, se ha debatido sobre los lugares y modalidades de diálogo y participación en la archidiócesis, cómo se vive la corresponsabilidad y los pasos que "invita a dar el Espíritu para crecer en nuestro caminar juntos". Las aportaciones compartidas formarán parte del informe final que la archidiócesis enviará al Sínodo de los Obispos como resultado de su fase local.
El arzobispo de Burgos, Mons. Mario Iceta, manifestó la necesidad de “formarnos para la vida ordinaria” evitando “archiespecialistas”, sino buscando caminos concretos para lograr que “la sinodalidad sea la forma habitual en la Iglesia, pues Iglesia y sinodalidad son sinónimos”.
Para el arzobispo es vital "la corresponsabilidad de todos y en todos los ámbitos" para lograr una comunidad eclesial "viva y sostenida". Hecho que solo se logrará, ha sostenido, si existe una "constante conversión personal y comunitaria".
El orden del día también ha contado con la presentación de los trabajos que se desarrollarán durante la etapa final de la Asamblea Diocesana, en la que participarán más de 180 personas y en la que, a través de diversas mesas temáticas a lo largo de varios sábados de febrero a abril, se reflexionará sobre las líneas de acción que deberá emprender la Iglesia en Burgos de cara a los próximos años.