La Iglesia española asegura que el turismo es "un signo concreto y tangible para la construcción de la paz”
Este domingo, 15 de septiembre, la Iglesia celebra la Jornada Mundial del Turismo. Los obispos españoles se adhieren al mensaje del Dicasterio para la Evangelización: "Ser constructores de paz es algo que se demanda a quienes emprenden un viaje"
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Este domingo, 15 de septiembre, la Iglesia española celebra la Jornada Mundial del Turismo con el lema 'Turismo y paz', que este año estará marcado por el Jubileo 2025 en Roma. El arzobispo de Valencia, Enrique Benavent, presidirá a las 12h la Eucaristía en la parroquia Nuestra Señora de la Asunción de Torrent y que se podrá seguir en TRECE.
Una jornada que oficialmente se celebra el 27 de septiembre, pero que el Departamento de Pastoral del Turismo de la Conferencia Episcopal Española adelanta al tercer domingo de septiembre para no hacerlo coincidir con la Jornada Mundial de Migraciones, que se celebra el último domingo de mes.
De esta manera, la Iglesia española se ha adherido al mensaje del Dicasterio para la Evangelización, que defiende el turismo como un momento para la reflexión y el compromiso personal que puede incluso transformarse también “en un compromiso concreto por la paz”. El turismo puede convertirse también en un signo concreto y tangible para la construcción de la paz”.
Y es que como destaca el Dicasterio, en tiempos de guerra, el turismo es un síntoma más de pobreza entre la población que sufre los conflictos bélicos: ”La guerra trae consigo una serie de consecuencias de las que a menudo la gente no es plenamente consciente y que, sin embargo, afectan directamente a la vida de las personas. Allí donde existe la violencia de la guerra, todos están afectados, nadie queda excluido”, advierte.
De ahí que el Dicasterio para la Evangelización se sienta interpelado y trate de contribuir “para que el mensaje de paz llegue a quienes trabajan en el sector turístico, de modo que a través de ellos se construya una cadena de auténticos constructores de paz”.
La Iglesia demanda un turismo que abogue por “el encuentro" y el "conocimiento mutuo"
En este sentido, el Dicasterio reivindica la labor de sacerdotes y laicos que trabajan para que el turismo y las peregrinaciones sigan activos, especialmente en lugares donde la seguridad no es una garantía: “Entendemos las dificultades que surgen para este sector debido a las restricciones provocadas por la falta de seguridad y, a pesar de ello, están invitados a abrirse a nuevos caminos, manteniendo viva la posibilidad de que pronto se reanuden las peregrinaciones en los países que tradicionalmente conservan la riqueza de nuestra fe y de nuestra historia”.
A su vez, y en un mundo donde la presencia de la tecnología es un pilar de nuestra sociedad, el Dicasterio llama en su mensaje a apoyar “la cultura del encuentro”, situándola en el centro “de nuestro compromiso pastoral con el turismo”.
Y es que como se puede leer en el mensaje, “el encuentro es un instrumento de diálogo y de conocimiento mutuo; es fuente de respeto y de reconocimiento de la dignidad del otro; es una premisa indispensable para construir vínculos duraderos. El turismo religioso no puede ignorar esta perspectiva y está llamado a ser un promotor creíble de estos vínculos”, subraya.
"Ser constructores de paz es algo que se demanda a quienes emprenden un viaje”
Así las cosas, el Dicasterio para la Evangelización insta al pueblo de Dios a rezar “por la paz en el mundo y por la pacificación en las relaciones interpersonales”, al estar ambas unidas y ser requisito “para una paz duradera”.
“Es una ilusión pensar que la guerra es solo un acontecimiento que afecta a unas pocas naciones. La paz comienza cuando se instala firmemente en el corazón de cada uno la caridad que conlleva el respeto a los demás y el sentimiento de fraternidad que une a todos. Ser constructores de paz no sólo es posible, sino que es algo que se demanda a quienes emprenden un viaje”, remarca.
Por otro lado, el Dicasterio para la Evangelización recuerda que este año la Jornada Mundial de Turismo está marcado por el inicio del Jubileo Ordinario 2025: “El 24 de diciembre el Papa abrirá la Puerta Santa de la Basílica Papal de San Pedro en el Vaticano, lo que permitirá a millones de peregrinos llegar a la ciudad de Roma para experimentar la indulgencia jubilar”.