La Iglesia española avanza en su compromiso para la protección de menores

Las diócesis españolas siguen avanzando en el compromiso para la protección de abusos a menores y personas vulnerables. Acogida, escucha, prevención y formación son las claves de la Iglesia en España ante los casos de abusos a menores y personas vulnerables.

Para ello, en algunas diócesis se han implementado procesos comunes para la protección de menores, protocolos para los centros educativos y formación para profesores y alumnos para la detección y prevención de abusos.

Desde antes del 1 de junio, todas las diócesis españolas tienen establecidos protocolos y oficinas para la protección de menores y presentación de denuncias por abusos cometidos. Según informan desde la página de la Conferencia Episcopal Española, en cada diócesis, los obispos llevan a cabo, bajo la dirección y coordinación de la Congregación para la Doctrina de la Fe, los procesos para el tratamiento de los delitos en sus respectivas jurisdicciones eclesiásticas.

Asimismo, los obispos españoles, en las distintas Asambleas Plenarias, han ido trazando, siguiendo las directrices de la Santa Sede, unas líneas comunes de trabajo que luego se concretan en las oficinas diocesanas y metropolitanas de denuncias de abusos sexuales a menores y a personas vulnerables.

Las claves ante los casos de abusos a menores y personas vulnerables son seguramente la acogida, la escucha, la prevención y la formación. El compromiso es el de cuidar y educar, siempre con respeto y ejerciendo su ministerio; proteger y a cualquier menor o adulto vulnerable; crear comunidades seguras donde haya una vigilancia informada sobre los peligros del abuso.

Oficinas de atención a las víctimas

Todas las diócesis españolas y diversas instituciones religiosas han creado Oficinas de atención a las víctimas, así como cauces para la presentación de denuncias y protocolos de actuación que están vigentes en sus diversos ámbitos. Cada diócesis tiene autonomía, hasta el momento, para proceder en la organización de estas oficinas y para crear los cauces más adecuados a sus circunstancias en la atención a las víctimas.

La Conferencia episcopal española, en su portal web, pone a disposición una serie de documentos que en cumplimiento de lo establecido por la Santa Sede, informan sobre los protocolos y las oficinas para la protección y presentación de denuncias por abusos cometidos.

El 2020, un año importante

El 2020 fue año importante donde se dieron muchos pasos adelante y, en la actualidad, el Consejo Episcopal de Asuntos Jurídicos y la Comisión para la protección de menores están actualizando el borrador del texto sobre la protección de los menores y de las personas vulnerables tras la publicación del Vademecum que la Santa Sede hizo público el pasado 16 de julio.

El objetivo es solicitar a la Santa Sede la aplicación de este texto con rango de Decreto general, como norma legal para la cuestión de los abusos con vigor para toda la Iglesia que trabaja en España.

Hace casi un año, en marzo de 2020, durante la Asamblea Plenaria, los obispos dialogaron sobre cómo se estaba llevando a cabo el proceso de puesta en marcha de las oficinas diocesanas y metropolitanas de denuncias de abusos sexuales a menores y a personas vulnerables. Durante la Asamblea se dieron a conocer varias novedades: las diócesis de las Provincias Eclesiásticas de Pamplona y Tudela, Santiago de Compostela, Valladolid y Zaragoza optaron por una oficina metropolitana para todas las diócesis circunscritas; las diócesis de las Provincias Eclesiásticas de Burgos, Granada, Madrid, Mérida-Badajoz, Oviedo, Toledo y Valencia acordaron organizarse por oficinas diocesanas propias; el arzobispado Castrense de España constituyó una oficina arzobispal; la Provincia Eclesiástica de Sevilla creó una oficina metropolitana para la propia archidiócesis, a la que se añadieron las sufragáneas de Cádiz y Ceuta así como Huelva.

Balance del trabajo

La Asamblea Plenaria del pasado noviembre hizo balance del trabajo de estas oficinas unos meses después de que se cerrara el plazo para su apertura en todas las diócesis españolas.

Además de la apertura de las oficinas de denuncias, las diócesis informaron de sus trabajos en la elaboración de guías de prevención y cursos de prevención.