Indignación entre los gallegos por la retirada del monumento conmemorativo de la JMJ de Santiago de Compostela
La Xunta de Galicia está rehabilitando la zona donde se encuentra el monumento, el Monte do Gozo, donde en 1989 se celebró el encuentro entre Juan Pablo II y los jóvenes
Publicado el - Actualizado
4 min lectura
Santiago de Compostela vivió uno de sus momentos más especiales como ciudad en 1989, sede de la cuarta edición de la JMJ. De alguna manera, fue el resurgir de la peregrinación a la capital gallega. Aquel acontecimiento eclesial congregó a más de medio millón de jóvenes, en una ciudad que no tiene las dimensiones de Nueva York, Londres o París.
La JMJ celebrada en Santiago propició que el Papa Juan Pablo II visitara por tercera vez nuestro país. Lo hizo hasta en cinco ocasiones a lo largo de su Pontificado. Para inmortalizar aquella JMJ mágica para la ciudad, en el Monte do Gozo, donde se celebró la cuarta edición del encuentro, se construyó un monumento conmemorativo, que estaba coronado por una gran cruz.
Ahora, tras las últimas obras de rehabilitación en el monte, la cruz y parte del monumento fue desmontado. La cruz no ha vuelto a su sitio, por lo que la catedral de Santiago se pide que se restituya y vuelva a su lugar para que los jóvenes de aquella JMJ puedan volver a Santiago con sus familias y recordarlo.
Mons. Salvador Domato, actualmente canónigo de la Catedral, recuerda bien la visita del Papa ya que ha contribuido a organizar cinco viajes papales, incluido el de aquella JMJ. En ‘La Tarde’ de COPE, Domato asegura que aquel acontecimiento fue único para la capital de Galicia.
“Lo recuerdo como aventura extraordinaria. Aquello fue algo fuera de lo común. Santiago no es una gran ciudad en la que puedas meter a medio millones de jóvenes durante tres días. En aquella época se decía que durante la JMJ no se rompió ni una flor de ningún jardín. Yo lo recuerdo con nostalgia, con momentos fantásticos y también duros”, ha manifestado el canónigo de la Catedral.
Por ello, se ha mostrado indignado por la decisión de la Xunta de Galicia de no colocar la cruz donde se encontraba antes de iniciarse las obras en el Monte do Gozo: “Sinceramente no sé por qué han retirado el monumento, ni donde está la cruz”.
Mons. Domato ha detallado que a los lados de la cruz había cuatro bronces que se han instalado a unos veinte metros de la cruz, en un hoyo sobre hierba. Además, ha precisado que conoció la noticia dos meses después de que el monumento fuese retirado: “No sé a quién le estorbaba la cruz”.
La Xunta de Galicia esgrime que el proceso de restauración sigue vigente, y el espacio no reúne las condiciones para restaurar la cruz a día de hoy. Un hecho que indigna al canónigo de la Catedral de Santiago: “A nosotros no nos han dado ninguna explicación. No sé si la devolverán. No sé a quién estorbaba la cruz”, insistía Mons. Domato en ‘La Tarde’.
El religioso recordaba en la entrevista que cuando se decidió celebrar la JMJ, el Monte do Gozo era un lugar donde tan solo crecían los tojos: “Hubo que limpiarlo y sembrar la hierba, y no salía porque un día descubrimos que se la comían las gaviotas y las palomas, por lo que tuvimos que sembrarlo de nuevo”.
Pese a todo, relata Mons. Salvador Domato, los jóvenes que asistieron al encuentro papal tuvieron que sentarse y dormir sobre un suelo de arena: “El lugar se tuvo que recuperar para grandes acontecimientos, y allí está. No sé a quién molesta la cruz, no lo puede entender. Me parece fuera de lugar e indignante, lo digo con toda claridad”, lamenta.
Las explicaciones de la Xunta de Galicia
El deteriorado estado en el que se encontraba la escultura con la que se conmemora la visita de Juan Pablo II a la cuarta JMJ, la Xunta de Galicia procedió a su retirada y rehabilitar la zona.
Un anuncio que realizó el 31 de enero la administración autonómica. Tal y como precisaba el Gobierno de Núñez Feijóo, la estructura interna era irrecuperable debido a la acumulación de óxido.
A día de hoy, los cuatro bronces conmemorativos que integraban la cruz reposan sobre el suelo. El Gobierno gallego ha expresado que la cruz, si no se encuentra excesivamente deteriorada, se puede reubicar, aunque no se ha precisado hasta ahora ninguna fecha concreta.