"El Itinerario de novios" participa en ferias De Boda en Valladolid
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La Delegación de Familia acudía recientemente al Recinto Ferial de Valladolid con un expositor propio, en el que "no se vende nada" y sí "se regalan" los mimbres para un matrimonio cristiano feliz y duradero
En las ferias De Boda, como la que se celebró el pasado fin de semana en Valladolid, se suele mostrar casi de todo a los futuros contrayentes: restaurantes, anillos, vestidos, viajes? Pero quizás falta lo más importante: algunas claves que ayuden a fortalecer la futura vida matrimonial, esa que todos desean duradera y feliz.
¿Por qué no ofrecerles esa posibilidad? ¿Por qué no aprovechar que están allí para hacerles nuestra propuesta, si es la más bella de todas? Elena Gordo y Ricardo Pindado, delegados de Familia de la diócesis vallisoletana y padres de cuatro hijos, lo tienen claro: "Nos gusta transmitir todo lo que engloba el matrimonio cristiano y proponer todo lo que les ofrecemos nosotros en la Iglesia", explican
El ?stand? de ?Familia y vida? era, probablemente, el único de la feria en el que no se vendía nada y, sin embargo, se regalaba lo más valioso: pautas para formar un matrimonio dichoso. Frente a los cursillos prematrimoniales de toda la vida, que en ocasiones se han considerado un mero trámite, Elena, Ricardo y "un nutrido grupo de parejas comprometidas, que tras años de vida en común han visto la necesidad de apostar por los que van a comenzar el camino", tratan de proporcionar a los novios respuestas a muchas preguntas. "Con el nuevo itinerario de acompañamiento buscamos propiciar momentos y lugares de encuentro de la pareja, más allá del vértigo con el que vivimos el día a día. Plantearles qué es lo más importante y necesario para la vida matrimonial. Hablarles del amor, del compromiso, del respeto, de cómo afrontar las dificultades, de la paternidad responsable? Hablarles de Dios y enseñarles a verle en lo cotidiano y a verle, sobre todo, en el otro", aclaran.
En De Boda, la feria que se celebró el 19 y 20 de octubre pasados, además de pastas y sonrisas, los novios encontraron a matrimonios voluntarios que estaban allí con el único propósito de ofrecerse a ayudarles a emprender un camino no exento de dificultades (en la actualidad un 40% de los contrayentes se separan antes de celebrar los cinco años de unión), "por lo que vemos imprescindible que además de formación, se les proponga un acompañamiento, una acogida, unas experiencias de vida". Se trata, sin duda, un desafío de primera magnitud en una sociedad en la que muchas veces prima el individualismo, la ley del mínimo esfuerzo, el rechazo al compromiso, el imperativo del aquí y ahora. "Es algo que funciona, ¿por qué no llevarlo a una feria que versa sobre bodas? El papa Francisco nos repite que tenemos una misión, la de hacer presente la Iglesia en el mundo, en el día a día", apostillan.
En el nuevo itinerario o camino de formación al matrimonio que ofrece la diócesis, todos los novios son bienvenidos. "Partimos del lugar donde se encuentre cada uno, sin juzgar, acogiendo, acompañando. Por así decirlo, pasamos de una formación en la que los novios eran objetos pasivos a un camino en el que se convierten en sujetos activos, constructores de su historia". Elena y Ricardo retan a los novios a "atreverse", ¿Y por qué no?