El Jerte abulense acoge un encuentro de matrimonios con hijos para "convivir y rezar juntos"

Unas 30 familias y otros consagrados pertenecientes al Instituto Secular de los Cruzados de Santa Maria, como cada verano, celebran una convivencia en Santiago de Aravalle, en Ávila: “Somos un grupo de matrimonios cristianos, nos reunimos todos los veranos, de convivencia y pasamos unos días con nuestros hijos, rezando y reflexionando juntos”, ha comentado a ECCLESIA Juan Carlos, uno de los participantes, mientras el grupo salía de excursión al Jerte abulense.

Aunque no ha terminado esta convivencia, se palpa la satisfacción entre los participantes de este encuentro católico: “Es una alegría, es una ilusión, disfrutar con otras familias, vivir un camino de fe que nos lleva por ritmos diferentes de vida, pero al convivir y al estar juntos, pues nos ayudamos a seguir caminando”, expresa Mariano Andrés, quien añade que “la vida tiene sus dificultades y el grupo, a través de estos encuentros, te revitaliza”, insiste Mariano Andrés, que es además uno de los coordinadores del movimiento Santa María.

Todos consideran que esta convivencia de una semana es una experiencia exitosa. Las actividades son múltiples. Las mañanas es tiempo para rezar y celebrar la Eucaristía: “Este año tenemos el lujo de estar con un par de sacerdotes”, afirma Juan Carlos. La tarde está dedicado a reflexión o abordar algunos temas de actualidad, como una charla sobre Ciencia y Fe o un curso sobre amor conyugal.

También cuenta con actividades culturales, como una visita a la Exposición cultural en Alba de Tormes, así como una visita a hermanas Carmelitas del monasterio de la misma localidad.

Junto a este grupo de matrimonios hay 55 niños, para quienes han preparado sus propias actividades formativas, espirituales y de ocio, siempre animados por "un grupo fantástico de monitores”, señala Juan Carlos, satisfecho con la labor de estos jóvenes que cuidan y acompañan a sus hijos en todas las actividades, mientras sus padres realizan cursos formativos, asisten a conferencia...

El grupo Santa María ha explicado en ECCLESIA el objetivo de su movimiento: “Es vivir santamente nuestra vocación, animar a los matrimonios a trabajar por la vocación de la familia, y solo a través de las pequeñas cosas es como van puliendo esta vocación universal. Por eso, cada año eligen un tema que orienta la convivencia, y este año es una frase del Evangelio de Lucas (3, 40). “El niño, iba creciendo y robusteciéndose, lleno de sabiduría; y la gracia de Dios estaba con él”.

El movimiento nunca se ha apartado de sus iniciadores. Durante sus conversaciones resuenan constantemente nombres de sacerdotes como el Padre Morales, el Padre Manso o Abelardo, entre otros. “Esto podría ser fruto del carácter que estas buenas personas imprimieron en nosotros desde que nació el movimiento durante los años de formación universitaria, ahora nos hemos casado y ya somos padres”, señala Mariano Andrés.

Este encuentro es una de las grandes actividades que desarrolla el movimiento (GSM) durante el año, junto a otras dos convivencias que celebran durante el Año Litúrgico, como en el Cuarto Domingo de Adviento y durante la Semana Santa. Ambas convivencias están pensadas para preparar con mayor profundidad el acontecimiento de la Encarnación de Hijo de Dios, que la Iglesia celebra en la Navidad, mientras que el segundo, está pensado para vivir intensamente la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor.

Además destacan los encuentros trimestrales, donde comparten las experiencias familiares juntos, los retiros mensuales, entre otros: "Cada vez que nos reunimos, también rezamos por todos los matrimonios divididos, por los que pasan otras dificultades, por la Iglesia en general, por la paz y el progreso de los pueblos", nos explica Mariano Andrés, quien también valora y agradece la implicación de todos por la implicación en el funcionamiento del movimiento.