La jornada '¿Deuda o Desarrollo?' pide “replantear los mecanismos de la deuda” para que no sean un instrumento de opresión

Esta jornada, desarrollada en Sevilla, ha servido para preparar la próxima IV Conferencia Internacional de Financiación para el Desarrollo de la ONU

Conferencia Episcopal Española


Redacción Religión

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Este martes se ha celebrado la jornada '¿Deuda o Desarrollo? Financiación para el Desarrollo y Doctrina Social de la Iglesia' en el campus de Sevilla de la Universidad Loyola. Un encuentro al que han asistido más de 250 personas y en el que se ha reflexionado sobre la urgencia de una justicia económica global, inspirados por la Doctrina Social de la Iglesia.

Esta Jornada Académica y Social ha sido organizada por el Departamento de Ecología Integral de la Conferencia Episcopal Española, la Archidiócesis de Sevilla y la Universidad Loyola, en el marco del Año Jubilar 2025 y en preparación para la IV Conferencia Internacional de Financiación para el Desarrollo de la ONU, que será también en Sevilla del 30 de junio al 3 de julio.

En la jornada “¿Deuda o Desarrollo?” se ha apuntado que la tradición del Jubileo nos recuerda que la verdadera justicia ha de estar al servicio del bien común universal y de los derechos de los pueblos más vulnerables. En este sentido, “el Año Jubilar 2025 nos llama a replantear los mecanismos de la deuda para que no se conviertan en un instrumento de opresión”, según se recoge la Declaración Final a modo de Manifiesto con el que ha concluido esta jornada.

Igualmente, la declaración final ha remarcado que es necesario un cambio estructural que devuelva a la economía su función social originaria, para que todos puedan tener acceso a lo necesario para una vida digna”. En definitiva, como pactó el Papa Francisco con los jóvenes economistas, “es necesario dar un alma a la economía”.

Archidiócesis de Sevilla


PROBLEMAS ECONÓMICOS CRECIENTES

Durante el encuentro se ha puesto de manifiesto cómo, en un mundo interdependiente, el problema de la deuda alcanza dimensiones alarmantes: más de la mitad de los países menos desarrollados enfrentan un sobreendeudamiento que asciende a 9 billones de dólares, y la carga del servicio de la deuda ha aumentado un 50% en la última década.

Además, actualmente hay 3.300 millones de personas que viven en países que destinan más recursos al pago de intereses de la deuda que a garantizar derechos básicos como la salud o la educación. A esto se le añade la deuda ecológica, que agrava las desigualdades y pone en riesgo el bienestar de las generaciones futuras y el cuidado de la casa común.

“La paz no puede existir sin justicia social, y la justicia social exige una transformación profunda de las estructuras económicas que perpetúan la pobreza y la desigualdad”, desarrollaba. “Que este Jubileo traiga para todos un verdadero tiempo de gracia, justicia, y esperanza”, concluía el manifiesto de la jornada.

PROPUESTAS DE DESARROLLO

Aunque son muchas las propuestas que se han realizado durante el encuentro, el manifiesto final subraya seis como las más importantes: la primera es la cancelación o reestructuración de la deuda para liberar a los países más vulnerables del sobreendeudamiento; ligada a esta, también se propuso hacer canjes de deuda por inversiones en salud, educación, seguridad alimentaria y medioambiente.

La tercera propuesta ha sido establecer una mayor regulación y transparencia en el endeudamiento internacional; la cuarta es crear sistemas justos de financiación climática para los países en vías de desarrollo; en quinto lugar, establecer un marco multilateral inclusivo y equitativo; y, por último, mantener una economía centrada en la persona humana, inspirada en la justicia y la solidaridad y que reconozca la dignidad de todo ser humano.