Un viaje "sentimental y espiritual" por Francia e Inglaterra: así es el último libro de Antonio Rubio Plo

¿Por qué viajamos? ¿Solo para aplacar nuestro tedio? ¿O quizá buscamos una nueva perspectiva de las cosas, una mirada más profunda sobre el mundo? “Las aventuras de la Inteligencia – Viaje sentimental y espiritual por Francia e Inglaterra” (PPC editorial, prólogo de Rafael Narbona) es el nuevo libro de Antonio Rubio Plo.

En el libro se acompaña a su autor en la búsqueda de la presencia intelectual y espiritual de destacados personajes que vivieron en Francia e Inglaterra: Menton, Niza, Cannes, Collioure, Burdeos, Lyon, Londres, París, recordando a Blasco Ibañez, Chagall, Antonio Machado, Falla, Saint-Exupéry, entre otros.

ECCLESIA ha hablado con el autor, que ha contado, entre muchas cosas, que un día vio que su libro se podía adquirir en la segunda planta donde estaban los libros de viajes: “Eso es hasta cierto punto verdad, pero también es un libro de temas de literatura, de filosofía, de religión, de historia, arte y música”.

En el libro se cuentan algunos viajes que el autor hizo en Francia e Inglaterra, donde “vivieron diversos intelectuales y artistas del siglo XIX y XX”: “He procurado contar algunas cosas relacionadas con ellos, pero, como bien dice el autor del prólogo, Rafael Narbona, ha sido hecho desde la mirada de un viajero inquieto y piadoso, compasivo respecto a sus personajes”. El elenco de personajes es muy variado, un elenco que comprende a Graham Green, a Marcel Proust, a Simone Weil, pero también a españoles como Miguel de Unamuno, Vicente Blasco Ibañez o Antonio Machado.

“Cada persona que viaja, aunque sea en la compañía de sus seres más cercanos, guarda en su memoria un viaje diferente”, escribe el autor en la introducción del libro. Preguntado sobre por qué la gente expresa, cada vez más, este deseo de viajar, el autor cree que “realmente la gente busca evadirse de su realidad cotidiana. Siempre se anuncian viajes como unas escapadas, pero yo no lo planteo así, sino como una fuente de conocimiento, de profundización en los lugares, pero también en las personas que vivieron en esos lugares o en las que viven ahora mismo y te puedes encontrar allí. Hay ecos en todos los lugares de ese pasado que está ahora presente”.

Preguntados sobre por qué los viajes del libro son “sentimentales” y “espirituales”, Antonio Rubio Plo subraya que, en primer lugar, son sentimentales “porque son mis vivencias y mis experiencias”: “Voy a Menton, en la Costa Azul, y allí por ejemplo descubro que estuvo la casa de Vicente Blasco Ibañez y que hoy en día es un jardín abandonado que se abre muy pocas veces. Un día puedo entrar y contemplo una especie de desolación de un pasado que fue grandioso”.

“Otra vez escribo de un domingo paseando por el barrio parisino de Montmartre y me encuentro con una cantante callejera que de repente canta Manuel de Falla. A partir de allí es una vivencia que me hace recordar que vivió allí en París”, cuenta el autor a ECCLESIA.

Sobre la parte espiritual, el autor recuerda que todos estos personajes, de alguna u otra forma, “se encontraron con Dios: no es un libro de conversiones, pero todos, en mayor o menor medida, tuvieron un encuentro con el cristianismo. No debemos poner una etiqueta previa a algunos de estos personajes”. El denominador común de estos personajes es la humanidad. ¿Cómo nos ayudan sus obras?: “Pueden ayudarnos a ver a las personas con empatía y a comprender sus circunstancias vitales, culturales”.

El libro tiene 23 capítulos y once de ellos están dedicados a París, ¿qué tiene de especial esta ciudad para el autor?: “París tiene muchas cosas: decía Hemingway que era una “fiesta”. Allí puedes encontrar muchas cosas, es un lugar de historias, de arte, de religión, de cultura, de vivencias, de filosofía. Desde luego París a mí me entusiasma porque hay muchas cosas que descubrir y por supuesto es una fiesta”.