Las emocionantes palabras del hermano Pablo sobre el cardenal Amigo: “Fue pastor, padre y hermano”

“Vivió para Cristo, vivió para su Iglesia”. Con un emocionado discurso, el hermano Pablo Noguera Aledo, secretario personal del cardenal Carlos Amigo Vallejo por más de tres décadas, rindió homenaje al arzobispo emérito de Sevilla antes de su inhumación.

Tras largas jornadas junto al féretro de “fray Amigo”, recibiendo el pésame de cientos y cientos de personas, ha dirigido un mensaje “muy franciscano” lleno de esperanza en el resucitado. “La Eucaristía, para un cristiano, es el bien supremo, de ella vivimos, y de ella salimos para comunicar a nuestros hermanos que Cristo vive. Estoy seguro, no porque tenga autoridad alguna, pero, que el haber estado tanto tiempo a su lado, que éste hubiera sido su mensaje”.

Una tristeza que nubla el corazón

El religioso ha pedido que pese a la tristeza “porque somos humanos” sabemos muy bien que nuestra esperanza “no defrauda”. El cardenal Amigo “vivió para Cristo, vivió para su Iglesia, se deshizo, pero con alegría, alegría franciscana, de esa alegría que nace de las llagas del mismo Cristo. Llagas que nos curaron de todas nuestras debilidades y de nuestras amarguras”.

El secretario personal del purpurado ha destacado su servicio como “pastor, padre y hermano. Nos quiso y le quisimos; nos respetó y le respetamos; nos predicó y le escuchamos, nos escuchó y le dijimos nuestras cuitas. Nos alentó y le ayudamos, nos ayudó y le colaboramos. Nos dio el Evangelio y lo vivimos con él, seguimos tristes, pero seguimos encendiendo la fe de Cristo resucitado”.

Además, ha repasado los destinos de Amigo: Medina de Rioseco, su pueblo, al que tanto quería, su pueblo Santiago de Compostela, “donde nació a la vida franciscana”. Zamora, su primer destino. Roma, donde amplió sus estudios. Tánger, donde inició su ministerio episcopal.

"El concierto de esta mañana lo están dando todos ustedes"

“Sevilla, Sevilla, Sevilla, de Sevilla no puedo decir nada, porque de Sevilla, el concierto de esta mañana lo están dando todos ustedes. Desde vuestro corazón abierto nace la gratitud que ha toda vista palpable”, explicaba conmocionado el hermano Pablo.

Andalucía, España, la Iglesia” pueden llorar y rezar, aplaudir y recordar al cardenal Amigo, que se hizo todo a todos para ganarlos para Cristo, nuestra Pascua, el Señor eterno. La hermana muerte le lleva al umbral a ese cielo de los bienaventurados y María, la pura y limpia, le abre el postigo del Reino”, ha finalizado, pidiendo a los diocesanos sevillanos que vean en el arzobispo de Sevilla, don José Ángel, un lugar en el que “se sintieran todos representados, desde el más alto al más pequeño, la única palabra que saldría de su corazón es: Paz y Bien, hermanos”.