Las monjas comendadoras de Toledo piden ayuda urgente ante su precaria situación económica
La crisis del coronavirus está golpeando duramente también los conventos y la falta de ingresos empieza a ser preocupante
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Los conventos empiezan a sufrir la crisis provocada por la covid-19. Lo saben muy bien las 22 monjas comendadoras de Toledo que necesitan ayuda urgente. Las Hermanas no tienen dinero para mantener la comunidad y el convento, situado en el casco viejo de la ciudad.
Tienen que pagar los 4.000 euros mensuales a la Seguridad Social de las hermanas que se ocupan de la guardería, pero tampoco pueden con ello. Este año solamente hay 6 alumnos matriculados y creen que otros 3 vendrán en octubre, pero está todo por ver. En todo caso, la cifra está muy lejos de esos años en los que tuvieron hasta 83 niños con una lista de espera muy larga.
A todo esto, hay que añadirle la falta de viajes del Imserso debido a la covid-19. La superiora sor Lucia explica, al diario ABC, que “venían grupos para visitar el patio, les dábamos un café con leche con una de las magdalenas que hacemos y luego nos compraban dulces”. «Pero en junio terminó el Imserso y ya no se ha reanudado. Ahora solo viene algún particular», cuenta esta monja de 76 años.
El regalo de un fiel: la página web del convento
Debido a la falta de ingresos, uno de los fieles que diariamente iba a misa decidió crearle una página web para que pudieran llegar pedidos a las monjas y vender sus dulces. Las hermanas también fueron a vender a dos parroquias de Toledo y consiguieron pagar la Seguridad Social.
«Pero los pedidos cesaron y esperamos a abrir la guardería. Lamentablemente, solo 6 niños matriculados, aunque esperamos otros 3 a primeros de octubre. Como dulces no se venden, con 9 alumnos no podemos mantener la comunidad y el convento. Solamente la Seguridad Social de las hermanas nos sube más de cuatro mil euros mensuales», cuenta sor Lucía a ABC.
Las monjas deciden ahora enviar un mensaje de ayuda por sus redes sociales. "La situación económica de nuestra comunidad continúa siendo precaria - aseguran en su mensaje -. Hemos podido abrir la guardería, pero con muy pocos alumnos. Por ello, nos dirigimos a usted para ofrecerle de nuevo nuestros dulces, que gracias a su venta nos permite ir saliendo adelante con los gastos del monasterio".