Los lugares de culto podrán abrir sus puertas a partir del 11 de mayo, pero solo con un tercio del aforo
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha añadido que si todo va bien, el 25 de mayo el aforo podrá ampliarse al 50%
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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha presentado este martes un plan de desescalada hacia la nueva normalidad, que dejaría atrás el periodo de confinamiento y aislamiento social en el que nos hallamos desde que decretase el Estado de Alarma el pasado 14 de marzo, para evitar la propagación del COVID-19.
El jefe del Ejecutivo ha avanzado que este plan contemplará cuatro fases. En lo que se refiere a los lugares de culto, Sánchez ha anunciado que podrán abrir sus puertas a partir del 11 de mayo (fase 1), aunque solo podrá acceder un tercio de su capacidad.
Ya a partir del 25 de mayo, una vez comenza la fase 2 si no se han producido contratiempos o retrocesos, los templos podrán ampliar su capacidad de aforo a la mitad, es decir a un 50%. El objetivo que se ha marcado el Gobierno, tras la celebración del Consejo de Ministros, es que España alcance la llamada'nueva normalidad' a finales del mes de junio.
La Iglesia desde el primer momento tomó medidas de protección
Desde que estallara la crisis sanitaria del coronavirus, la Iglesia Católica en todo el mundo y en España en particular, ha adoptado una serie de medidas preventivas para evitar los contagios. Entre ellas se encontraba retirar el agua bendita de los templos, o sustituir el gesto de dar la paz para prevenir el contagio. Además, instaba a los fieles a no besar o tocar con las manos las imágenes religiosas de las iglesias, máxime teniendo en cuenta que el inicio de la pandemia tuvo lugar en plena Cuaresma, de tal manera que los besapiés y besamanos se intensificaban en las semanas previas a la Semana Santa.
Tras la declaración del Estado de Alarma, los templos cerraron sus puertas
Tras la declaración del Estado de Alarma, la Conferencia Episcopal Española llamó desde el primer momento a la población a quedarse en casa, pero al tiempo pedían a los sacerdotes que celebrasen la liturgia e, incluso, dejar las puertas de los templos abiertos si era posible como símbolo de esperanza. No obstante, debido a la confusión que generaba algunos puntos del decreto del Gobierno de España respecto al culto (7 y 11), lo que hacía que los ciudadanos saliesen de sus hogares sin temor a saltarse el confinamiento, se procedió al cierre de las parroquias, de manera que los sacerdotes están celebrando en su interior la Eucaristía.