Los obispos españoles, ante el avance de la cultura de la muerte: "Debemos ser custodios de la vida”

La Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida ha publicado un mensaje con motivo de la celebración, que tendrá lugar el próximo 25 de marzo, de la Jornada por la Vida, sobre el tema "Guardianes de la vida".

Los obispos de la Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida realizan una atenta mirada a la sociedad actual con el avance de la cultura de la muerte, por la proposición de Ley Orgánica de regulación de la eutanasia. Ante esta situación, reflexionan sobre cuál debe ser la respuesta de los cristianos en este momento histórico. Ante esta cultura de la muerte, “debemos ser custodios de la vida” porque, como afirmaba San Juan Pablo II, “la vida es siempre un bien”.

En su mensaje los obispos afirma que “la vida humana tiene un valor en sí misma y no está vinculada al vigor físico, la juventud, la salud física o psicológica. Es un bien fundamental para el hombre, sin el cual no puede haber existencia ni disfrute de otros bienes”.

Por otra parte, en un momento en el que se evalúa si una vida merece la pena ser vivida en función de su salud, bienestar o utilidad, los prelados españoles invitan a los católicos a tomar como ejemplo, en el Año de San José, el Custodio de la Sagrada Familia, el carpintero de Nazaret, para aprender a ser custodios de la vida; como aquel que "supo convertir un problema en una oportunidad, poniendo siempre la confianza en la Providencia por delante".

“Toda vida es digna de ser vivida porque en ella hay un orden previo y un destino profundamente querido por su Creador. Su valor, por tanto, no puede medirse con criterios subjetivos y debe considerarse siempre como un fin en sí mismo y nunca como un medio para otros fines” afirman los obispos.

Respetar la vida desde su concepción

Por otra parte, y tal como enseña la Iglesia, la vida debe ser respetada desde su concepción, porque el hombre es la única criatura que Dios "quiso para sí". Y añaden: “La vida humana es sagrada porque desde su inicio implica 'la acción creadora de Dios' y permanece siempre en una relación especial con el Creador, su único fin.

Por lo tanto, nadie, en ninguna circunstancia, puede arrogarse el derecho de matar directamente a un ser humano inocente”

Promover la cultura de la vida

La Subcomisión para la Familia y la Defensa de la Vida agradece a todos los que, movidos por la fe o la solidaridad humana, tanto en el ámbito eclesial como en el civil, han emprendido iniciativas para promover la cultura de la vida: a los que están cerca de las mujeres embarazadas en situación de vulnerabilidad, que de otro modo se verían obligadas a abortar; y a los que cuidan de los ancianos y de los enfermos terminales, evitando que se sientan como una carga y que consideren la eutanasia como una salida. "De hecho – recuerdan – incurable nunca es sinónimo de 'incurable'”.

Finalmente, los obispos invitan a cuidar su formación para estar "siempre dispuestos a dar una explicación" a quien les pidan la razón de su esperanza y a profundizar "en las motivaciones que nos llevan a ser custodios de la vida, motivaciones que provienen en muchos casos no sólo de nuestra fe, sino también de la evidencia científica".