Los obispos españoles confían en la oración para alcanzar "el diálogo, la reconciliación y la paz"

Ante la tragedia que está provocando "la brutal invasión de Ucrania", los prelados quieren unirse a la acción solidaria con todos los que están sufriendo a causa de la guerra y sus

Ucrania

Sara de la Torre

Publicado el - Actualizado

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Una oración confiada que dice sí a la paz y que urge a la solidaridad y agradece la movilización de nuestra sociedad para ayudar a los ucranianos”. Con estas palabras ha querido exponer el secretario general de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, la reflexión de los obispos reunidos en la Permanente, “ante la tragedia que está provocando la brutal invasión de Ucrania, quieren unirse en la oración, la palabra y la acción solidaria a todos los que están sufriendo a causa de la guerra y sus consecuencias”.

De esta forma, los prelados confían en “la oración incesante al Cordero que quita el pecado del mundo, para que los corazones cegados por el afán desmedido de poder se conviertan y sea posible el diálogo, la reconciliación y la paz”.

Por eso, el secretario general ha destacado qye ya ha habido "una primera movilización económica desde Cáritas, se han enviado ya 300.000€ a las caritas nacionales de Polonia, Rumanía y Moldavia. Ayuda a la Iglesia Necesitada había recaudado hace dos días 423.000€ para sostener a la Iglesia en Ucrania".

De hecho, ha expresado "lo que estamos haciendo en la mayoría de las diócesis es tener una red de acogida y de apoyo. Con nuestra isponibilidad, capacidad de acogida y acompañamiento posterior. Pero también estamos diciendo que es necesario transformar la emoción inicial en virtud, no vale dejarse llevar por un principio compasivo emocional primero", ha matizado.

Por eso, la Iglesia española "quiere poner a disposición nuestros recursos pero debemos hacerlo en colaboración con las autoridades públicas y esta colaboración exige cierta racionalidad porque estas iniciativas que expresan una gran generosidad pueden provocar con la llegada de las personas de manera inmediata una dificultad para aspectos que exigen la colaboración de nuestro estado del bienestar".

Por eso, “la palabra que dice sí a la paz desde la verdad, la justicia, el respeto a la inalienable dignidad humana y a los acuerdos internacionales y denuncia la utilización de la guerra como instrumento para imponer la propia visión en la resolución de los conflictos en Ucrania y en otros lugares”.

Solidaridad

Los pastores han valorado “la acción solidaria que se expresa en una presión moral y política en favor de la paz y en multitud de acciones que la sociedad está realizando en una movilización extraordinaria en favor de la ayuda, la acogida y el acompañamiento de tantos desplazados injustamente por la guerra”, concluye el mensaje.

Por todo ello, los obispos españoles se unen “al Papa Francisco en sus iniciativas en favor de la paz en todo el mundo e invitamos a toda la comunidad cristiana a la acción en favor de la misma. Cáritas española, Ayuda a la Iglesia necesitada, Manos Unidas, las Delegaciones diocesanas de migraciones, CONFER y multitud de comunidades y organizaciones están trabajando ya en este sentido”.

Además, animan “a todos a mantener la caridad social a medio y largo plazo, pues la guerra que padecemos, y otras situaciones de guerra e injusticia en otros lugares del mundo, tienen ya consecuencias dramáticas que reclaman el sacrificio y la acción solidaria de todos nosotros”.

Los refugiados

"No deja de ser un interrogante grande", ha respondido Argüello ante la cuestión de los refugiados de guerra. "Esta crisis de la guerra de Ucrania se suma a la crisis de la pandemia, que ha dado "una patada en el tablero" de cómo está organizada la globalización. Ahora tenemos que recoger las fichas, porque no sabemos muy bien como organizar la globalización, dentro del drama hay una oportunidad para tener una perspectiva del bien común global, para ir a las causas, el principal derecho de un refugiado es seguir en su patria".

Por eso lo más importante, ha insistido, "es que se reestablezca la paz y que todas estas causas sean abordadas con una reforma desde las raíz de nuestro sistema económico y desde la globalización, desde el mundo global".

En una situación de crisis económica, ha dicho, "la regularización general de lo que están fuera, el que tengan acceso a nuestro sistema de estado del bienestar y demás puede provocar en nuestra ciudadania algún tipo de rechazo, pero creo que es un momento grande de llamar a la solidaridad". "Nosotros diríamos de llamar a la fraternidad desde lo que significa rezar juntos el padre nuestro. Hemos de hacerlo no dejándonos llevar solo por la emoción, porque esta organización de todos estos desafíos tan grandes como los que vivimos y se avecinan piden un liderazgo que seguramente solicite a nuestros políticos un camino de colaboración, escucha, de trabajo compartido, de proyecto común mucho mayor que el que estamos teniendo hasta ahora".