Luis Ángel de las Heras: La vida religiosa no es “una realidad aislada o marginada de la Iglesia”

El obispo de León y presidente de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada ha inaugurado la Asamblea general de CONFER que se celebra en Madrid del 24 al 26 de mayo

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Sara de la Torre

Publicado el - Actualizado

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"Que las corrientes de sinodalidad sean de agua viva y no eléctrica, remando en la misma misión de la Iglesia", no como “una realidad aislada o marginada de la Iglesia, sino en el corazón de la misma”. Con esta clave, tras la apertura de la Asamblea General de la CONFER este 24 de mayo, el obispo de León y presidente de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada, Luis Ángel de las Heras CMF, ha inaugurado la reunión de los religiosos españoles.

En una “estructura sinodal” como es esta Asamblea, ha invitado a todos los superiores mayores a repasar la historia de los documentos de la Iglesia, “donde se nos habla de la cooperación entre todos”. Todos ellos son “palabras de oro para la comunión y la sinodalidad, para la cooperación en el apostolado en la sociedad que nos envuelve”.

Evangelización y misión

Durante su alocución, el obispo de León ha advertido que los objetivos “pasan por renovar las diversas herramientas pastorales”. Todas ellas, ha explicado, nos remiten siempre al retor de “poner la mirada nos remiten siempre a la mirada en la misión y evangelización”. Una perspectiva “que pretende crear relaciones mutuas”.

El prelado ha recordado los verbos que el Papa Francisco destacó en su homilía de apertura del Sínodo: Abordando el primer verbo, el Pontífice subrayó que “estamos llamados a ser expertos en el arte del encuentro. No en organizar eventos o en hacer una reflexión teórica de los problemas, sino, ante todo, en tomarnos tiempo para estar con el Señor y favorecer el encuentro entre nosotros”. Mientras nos refugiamos en formalismos y máscaras, indicó, “que el encuentro nos cambia y con frecuencia nos sugiere nuevos caminos que no pensábamos recorrer”.

Escuchar y acompañar

Por otro lado, la Iglesia “ha de aprender a escucharnos mutuamente, evitando respuestas artificiales y superficiales”. El Espíritu, ha dicho, “nos pide que nos pongamos a la escucha de las preguntas, de los afanes, de la esperanzas de cada Iglesia, de cada pueblo y nación. Y también a la escucha del mundo, de los desafíos y los cambios que nos pone delante. No insonoricemos el corazón, no nos blindemos dentro de nuestras certezas. Escuchémonos”.

Por último, para discernir juntos, ha insistido en que “vivimos un acontecimiento de gracia, un proceso guiado por el Espíritu Santo, para interrogarnos sobre lo que Dios nos quiere decir en este tiempo y en qué dirección quiere orientarnos”.

Discernimiento juntos

La vida consagrada, ha destacado el obispo, “tiene una historia rica en procesos de discernimiento. Además, alrededor de cada familia religiosa existe una familia más grande, que se reconocen en el mismo carisma y que se sienten llamados en su condición a participar en el mismo espíritu”.

Por eso,ha llamado a los consagrados “ a recorrer y acompañar esos cuatro itinerarios del Congreso de Laicos Pueblo de Dios en Salida, primer anuncio, acompañamiento, presencia en la vida pública y procesos formativos, para que junto con los pastores y los demás miembros de la vida consagrada, busquemos sinergias para que la Iglesia sea Palabra y mensaje de esperanza en el mundo que nos ha tocado vivir”.