Luis Argüello felicita la Pascua de Resurrección a toda la Iglesia española: “Se abre una senda para peregrinar con alegría y esperanza”

El presidente de la Conferencia Episcopal Española ha mandado un mensaje en el que reflexiona sobre la importancia de la Resurrección para los cristianos


Redacción Religión

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Jesucristo ha resucitado, verdaderamente ha resucitado”. Así comienza el mensaje en el que el presidente de la Conferencia Episcopal Española, monseñor Luis Argüello, felicita la Pascua de la Resurrección del Señor a toda la Iglesia española. “Lo repetimos cada año, porque es preciso avivar la conciencia de que verdaderamente el Señor ha resucitado”, decía.

“¿Qué aporta la Resurrección del Señor? ¿Qué nos ofrece este costado definitivamente abierto?”, reflexionaba monseñor Argüello, a lo que respondía que “nos ofrece la posibilidad de saber que él está con nosotros, que camina a nuestro lado y que, definitivamente, han sido derrotadas las causas de la tristeza y de la falta de esperanza”.

“Esta victoria de Jesucristo sobre el pecado y sobre la muerte nos hace decir: «Puedo intentarlo. Puedo ofrecer a otro la mejilla. Puedo perdonar de nuevo»”, señalaba el también arzobispo de Valladolid, quien añadía que “es posible caminar, ofrecer de nuevo la mano al otro e intentar abrir espacios de acogida, de cuidado, de fraternidad, de amistad civil y social porque Él ha resucitado”.

 JESUCRISTO NOS ABRE CAMINOS  

“Ha resucitado el Buen Pastor, que sabe por dónde ha de conducirnos en el camino de la vida, que ha puesto delante de nosotros una mesa de permanente comunión y de reconciliación”, aseguraba monseñor Luis Argüello, apelando a la presencia de Jesucristo para con nosotros: “Caminando delante de nosotros nos abre caminos; estando en medio de nosotros es la puerta de la comunión y reconciliación de unos y otros; y caminando detrás de nosotros coge en sus hombros a quien está perdido, o despistado, o herido, o confundido en el camino”.

Aunque haya lágrimas en nuestros ojos existe la paz y la alegría en el corazón. Aunque haya conflictos entre nosotros, en la vida familiar y social, se ha abierto definitivamente la puerta del encuentro. Aunque estemos despistados en este momento de grandes cambios en todos los ámbitos del mundo, hay una senda definitivamente abierta por la que podemos peregrinar con alegría y esperanza”, concluía Argüello su mensaje.