María Eugenia Lloris, misionera valenciana: “Nuestra misión es salir al encuentro como hacía Jesús”
Esta valenciana, que es ejemplo de mujer, indica que su misión es "salir al encuentro de los pueblos indígenas y en constante itinerancia"
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“Nuestra presencia en las comunidades de Morales y Santa Elena fue a partir de la solicitud de la capilla y del coordinador que continúa reuniendo a la comunidad. Desde que llegamos, al vernos, nos preguntaron si habría bautismo ya que hacía muchos años que no se realizaban. El objetivo era ponernos al servicio de lo que pudieran necesitar las comunidades”, con estas palabras se ha expresado la valenciana Maria Eugenia Lloris, perteneciente a la Fraternidad del Verbum Dei, misionera desde hace más de 25 años en Brasil, y en la Amazonía desde 2011. Ha agradecido la ayuda recibida de la Fundación Ad Gentes del arzobispado de Valencia para un proyecto de desarrollo y evangelización en comunidades indígenas, “poblados muy alejados con difícil acceso, donde ya no hay presencia misionera”.
“Ponerse al servicio de los demás”
Esta valenciana, que es ejemplo de mujer, indica que su misión es “salir al encuentro de los pueblos indígenas y en constante itinerancia, como hacía Jesús, de pueblo en pueblo y de ciudad en ciudad para ponerse al servicio de los demás, sobretodo de los más distantes”. Al llegar a Santa Elena, “los comunitarios nos solicitaron bautizos”. Y, después de recibir la autorización del obispo, hicieron la formación de padres y padrinos, y realizaron más de 60 bautismos, detalla Lloris.
Desgrana que al asentarse “observamos varios problemas: la falta de agua potable en Santa Elena y Morales; la ausencia de los profesores en sus puestos de trabajo; la falta de comunicación tanto telefónica, como de internet y el acceso de las emergencias a la posta de salud desde las comunidades más alejadas; la escasez de luz que hay en el distrito, apenas tres horas por día, y también las “palizadas” que dificultan los desplazamientos por el río. Hablamos con el alcalde, y a cada problema que planteábamos tenía su justificación, aduciendo que falta presupuesto y que no reciben ayudas”, explica la misionera.
“Muchas comunidades son católicas y se percibe la marca de la evangelización”
“Observamos que las comunidades son católicas y se percibe la marca de la evangelización y la memoria de los misioneros que allí estuvieron”. Además, “los líderes y las personas que destacan en la comunidades, en la organización de las aldeas (caciques), en educación (profesores), vienen de la Iglesia católica y, en general, todos recibieron formación de los misioneros que por allí estuvieron”, asegura la misionera. Toda esta experiencia en el Vicariato, posibilitó “el fortalecimiento de la relación y trabajo en alianza de la Iglesia con las Federaciones indígenas y formar animadores para animar la comunidad en la fe”. “Para este trabajo pasamos 4 meses. Es posible dejar semillas importantes en las regiones más alejadas, aunque solo ofrezcamos unos meses”.
Por último, Maria Eugenia Lloris incide en que “la evangelización y el anuncio, que estuvo presente en otras épocas, se fortaleció, y es importante continuar. Esperamos que la semilla lanzada en estas tierras pueda dar fruto, y recogerlo a su tiempo, las próximas generaciones”.