El martirio del sacerdote iraquí Ragheed Ganni protagoniza la Noche de los Testigos: "Sin miedo"

El sacerdote se encuentra en proceso de beatificación. Fue asesinado por el yihadismo en junio de 2007 junto a tres compañeros. El Padre Escalante ha compartido su historia

El martirio del sacerdote iraquí Ragheed Ganni protagoniza en la Noche de los Testigos: "Sin miedo"

Redacción Religión

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El Padre Ragheed Ganni era párroco de la iglesia de San Pablo, en Mosul (Irak). Fue asesinado por el terrorismo yihadista en junio de 2007 junto a tres compañeros. En 2017 comenzó la causa de beatificación de este mártir de la Iglesia.

El Padre Luis Escalante, postulador de su causa de beatificación, ha traído este miércoles el testimonio del Padre Ganni a la Catedral de la Almudena durante la VIII Noche de los Testigos, organizada por Ayuda a la Iglesia Necesitada para recordar a los cristianos perseguidos en la Misa presidida por el arzobispo de Madrid, el cardenal José Cobo.

“La Iglesia Caldea quiso llevar adelante esta causa porque la figura del Padre Ganni se engrandecía con el paso del tiempo. Comenzamos en 2017 a juntar los elementos sobre su vida”, ha señalado el Padre Escalante.

Nacido en 1972 en Mosul, el futuro beato fue un niño devoto y estudiante brillante. Estudió ingeniería en la Universidad de Mosul, siendo en esa etapa cuando confió a su arzobispo su ordenación sacerdotal: “Su arzobispo le dijo que primero tenía que servir a su patria, y durante dos años hizo el servicio militar obligatorio”, ha explicado el Padre Escalante al presentar al Padre Ganni en la VIII Noche de los Testigos.

El contexto político y social de Irak en aquellos años era de inestabilidad. Ya había tenido lugar la Primera Guerra del Desierto. En 1996, el Padre Ganni llegó a Roma donde permaneció durante siete años para estudiar Teología y Filosofía y licenciarse en el Ecumenismo, todo ello sufragado por Ayuda a la Iglesia Necesitada. Su estancia en la capital italiana dejó mucha huella: “El Padre Ganni tenía algo de extrordinario, porque cuando empezamos a buscar testigos de su pasado por Roma, teníamos muchos”, ha apostillado el Padre Luis Escalante y postulador de su causa de beatificación.

El Padre Ganni regresa a Irak de Roma por orden de su obispo

En la exposición sobre su figura, el Padre Escalante ha destacado también que el Padre Ganni es diferente a otros santos, ya que hablaba la lengua de Jesucristo, el Aramaico, además de pertenecer a un país de minoría cristiana, con lo que ello supone: “Es una Iglesia la Caldea que perservera en la fe”.

Los años del Padre Ganni en Roma fueron convulsos en el escenario internacional, como el atentado de las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001, un mes antes de su ordenación sacerdotal. Cuando se licencia en 2003 su arzobispo le llama para volver de Roma. Eran años muy convulsos en Irak, ya que el dictador Sadam Hussein estaba en búsqueda y captura. Un objetivo que se logró en diciembre de aquel año: “Roma le pedía que continuara estudiando el doctorado, pero él obedeció a su obispo y regresó”, ha contado su postulador.

Atentados y amenazadas: la persecución que sufrió el Padre Ganni hasta su martirio

En sus últimos años en Mosul, el Padre Ganni fue testigo de atentados en la iglesia de la que era párroco, San Pablo: “En agosto de 2004 hubo un ataque a la iglesia donde él vivía. En diciembre de ese año un coche bomba tira al suelo la Curia de Mosul, donde no queda piedra sobre piedra. Además de estos atentados terroristas estaban las amenazas directas, aunque el Padre Ganni no tiene miedo”, ha continuado exponiendo el Padre Escalante.

El 3 de junio de 2007 es asesinado en su parroquia junto a tres compañeros. Algunos fueron testigos de sus martirios: “Tenemos a la esposa de uno de los subdiáconos, que insistió en acompañar a su marido a la Misa porque decía que los terroristas respetaba a las mujeres. Ella tendría que haber muerto, y no se explica cómo el cuerpo del marido tenía huesos y costillas rotas y ella simplemente se desvaneció y a los quince minutos despertó bañada en la sangre de su marido, pero sin heridas”, ha contado.

“El Padre Ganni es un verdadero martir de Cristo. Debe ser patrono del clero joven porque a los sacerdotes jóvenes tienen a veces crisis porque el sacerdocio es algo grande, y necesitan de la fortaleza, del amor a la patria, de la rectitud de conciencia y de la obediencia”, ha reflexionado el Padre Escalante.

Finalmente, el postulador de su causa de beatificación ha contado que horas antes de su muerte, el obispo le pidió que renovara su DNI para regresar a Roma para terminar su doctorado, porque la situación era de extrema peligrosidad en Irak. Dios tenía otros planes.