La medicina paliativa: "una luz de esperanza al final de la vida"
Los sanitarios tienen que aprender a "aliviar y acompañar" a los pacientes terminales y sus familiares.

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Madrid - Publicado el
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No hay suficiente formación en medicina paliativa. En la gran mayoría de países del mundo y en pocas facultades de medicina abordan el tema de manera profunda. Con esta idea nació en 2009 “Paliativos sin Fronteras”, una asociación que desarrolla programas de docencia, cooperación internacional y voluntariado con profesionales de la salud, cuidadores y familiares de pacientes.
Se trata de intentar aliviar el dolor y sufrimiento de los enfermos y sus familias, especialmente en aquellos que ya tienen una enfermedad avanzada o terminal.
EL DUELO DE LA FAMILIA: APRENDER A ASUMIR LA ENFERMEDAD
El profesional sanitario tiene la responsabilidad de generar esperanza y saber manejar el dolor del paciente. Sin embargo, no solo el enfermo requiere atención, “en muchas ocasiones la familia tiene que atravesar un proceso de adaptación emocional en cada etapa de la enfermedad”, explica para Vatican News Carmen de la Fuente Hontañón, vicepresidenta de la asociación "Paliativos sin Fronteras”.
En muchas ocasiones el enfermo esta más preparado que la familia para afrontar la situación. De la Fuente asegura que: “mientras que algunos pacientes aceptan su diagnóstico y la cercanía de su final, los familiares pueden encontrarse en diferentes fases del duelo, desde la negación hasta la tristeza profunda o la desesperación”. El personal sanitario debe ser capaz de identificar estas diferencias emocionales y responder con una comunicación empática que permita que todos los miembros de la familia comprendan la situación y, poco a poco, aprendan a aceptar lo inevitable. Este acompañamiento requiere una paciencia infinita, tanto por parte del personal médico como de los familiares, quienes deben aprender a lidiar con el sufrimiento y la cercanía de la muerte de sus seres queridos.
MORIR EN CASA RODEADOS DE TUS FAMILIARES

Carmen de la Fuente también reflexiona sobre la situación de muchas personas que, al llegar al final de su vida, prefieren estar en casa rodeados de su entorno familiar y social: “en muchas ocasiones, el hospital no es el lugar donde los pacientes se sienten más cómodos. Por ello, en regiones como Castilla y León, se han implementado programas de soporte social que permiten a los pacientes recibir cuidados paliativos en sus hogares, con el apoyo de los recursos de la comunidad”.
"EL VOLUNTARIADO PALIATIVO"
España por su experiencia en Cuidados paliativos y el alivio del dolor, puede ser muy útil a través de la cooperación internacional a numerosos países en vías de desarrollo, y actuar en forma coordinada entre diversas entidades nacionales e internacionales para la realización de programas de ayuda.

Paliativos sin fronteras en Ecuador
De la Fuente, la vicepresidenta de "Paliativos Sin Fronteras" hace un llamamiento a la sociedad en general para que se involucre más en el cuidado de los enfermos terminales. No se trata solo de la labor de los profesionales de la salud, sino de un esfuerzo colectivo que permita ofrecer apoyo emocional, social y espiritual a quienes enfrentan la muerte. La creación de redes de apoyo comunitario es esencial para que nadie se sienta desamparado al final de su vida.
"Paliativos Sin Fronteras", ha podido implementar programas de formación en lugares como la República Dominicana y Ecuador, donde la medicina paliativa es todavía una disciplina emergente. Gracias a la asociación ya han formado a 57 sanitarios de Latinoamérica o Centroamérica. Cuando vuelven a su país pueden mejorar la situación.
Pero su teléfono lo pueden marcar desde cualquier parte del mundo, les llegan peticiones de ayuda desde hospitales de la Europa del este.