Miedo, soledad y esperanza en Dios: Bernabé Zapata comparte cómo llegó a la élite del tenis
El deporte español está en todo lo alto y uno de nuestros deportistas más internacionales, el tenista Bernabé Zapata, comparte su testimonio de fe en 'Ecclesia al día', de TRECE
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Sin apenas recursos económicos, pero con el Señor siempre a su lado. Así llegó Bernabé Zapata a la élite del tenis. Parece milagroso, teniendo en cuenta que se trata de un deporte que requiere una inversión elevada para alcanzar la cima.
El valenciano de 27 años ya se encuentra en el puesto 37 del ranking de mejores tenistas del mundo, ha representado a España en la Copa Davis y llegó a levantar el trofeo venciendo en un torneo a Carlos Alcaraz.
Bernabé Zapata ha hecho un hueco en su agenda intensa para compartir todas sus vivencias estos años en 'ECCLESIA al día'. Tal y como ha confesado, es Dios el que le ha permitido alcanzar el éxito en su pasión, el tenis: “Estoy aquí por un milagro. Todo viene por la fe que me transmitieron mis padres desde pequeño. Siempre he tenido a Dios presente en mi vida, y es él quien ha llevado mi camino hasta el día de hoy”, ha afirmado convencido.
Falta de recursos económicos y la soledad: los escollos que fue superando Zapata
El idilio de Zapata con el tenis comenzó con cuatro años, cuando veía a su hermano mayor coger la raqueta. No tenía ninguna pretensión de dedicarse profesionalmente a ello. Pero el gusanillo del tenis se fue impregnando en su cuerpo, y se dijo a sí mismo que por qué no intentarlo.
La falta de recursos económicos era el principal escollo de Bernabé y su familia. Pero Dios tenía grandes planes para el joven tenista. El Sporting Club de Tenis becó a Zapata para continuar con su formación y comenzar a competir en torneos por la geografía española: “Tenía unos once años y necesitaba recursos para jugar torneos fuera de la Comunidad Valenciana.
Una vez superada la adolescencia y el joven tenista cumplió los 17 años, comenzó a disputar torneos preprofesionales fuera de España. Fueron años complicados, ya que en aquellos viajes Zapata comenzó a experimentar los efectos de la soledad, al tener lejos a sus seres queridos.
“En estos momentos difíciles el Señor me seguía dando ese dinero de algunas maneras no solo a través del Sporting, sino de los sponsors, y fue un proceso de seguimiento porque tenía la conciencia de que siempre he estado arraigado a la fe, sobre todo a través del Camino Neocatecumenal, pero empiezo a ser consciente de que es duro”.
Y es que a la soledad se sumaba el sentimiento de miedo al fracaso: “El futuro de mi vida profesional dependía del tenis. De los 17 a los 21 la cruz con la que tuve que convivir fue la soledad y el Señor se mostró en mi vida. Pensaba que estaba muerto, solo, fuera de Europa, donde empecé a convivir con la derrota y con ese sufrimiento. Fue entonces cuando me acerqué más a Dios”, ha recordado en 'ECCLESIA al día'.
Fue en su encuentro con Cristo cuando comprendió que “después de una derrota no estaba la muerte, y que era solo un pasito más del proceso. A partir de ahí mi mente fue madurando y el Señor siempre ha ido guiándome. A veces no sabía qué decisiones tomar para mejorar profesionalmente y el Señor puso señales”, ha señalado.
El proyecto de Zapata con jóvenes deportistas: "El sufrimiento es algo positivo"
Actualmente, Bernabé Zapata compatibiliza los torneos con un proyecto para formar a jóvenes en el mundo del deporte junto a su entrenador personal, Nacho Marqués. Un proyecto en el que Zapata comparte sus experiencias con estos chicos, a los que enseña a lidiar con la frustración y el éxito.
“Son edades en las que se tienen muchas dudas, es un camino en el que tienes que hacer sacrificios, no puedes hacer una vida normal en edades jóvenes. Hay que vivirlo con la idea de que en el día de mañana te gustaría der profesional pero disfrutando del proceso, y hacerles ver que el sufrimiento es algo positivo y les ayudará mucho”, ha comentado.
Y es que para Zapata, la sociedad actual está perdiendo el espíritu de sacrificio y capacidad de sufrimiento, ya que se asocia al dolor: “No es nada malo el sufrimiento, al final es parte de la vida y mucha gente lo toma como algo que no queremos como la muerte. Pero como persona, seas o no cristiano, el sufrimiento es una parte que abarca a uno en su vida y hay que estar preparados. La sociedad necesita el deporte a cualquier nivel porque es una vía de escape positiva para la salud mental y la salud física”, ha argumentado.
Dios, presente en la vida de Zapata los días de partido
Preguntado por el rito que sigue antes de comenzar los partidos, Bernabé Zapata ha explicado que todas las mañanas reza laudes mientras desayuna para poner al Señor en el centro y prepararse: “Me voy metiendo en el partido y tengo las herramientas para cuando el demonio entre en momentos complicados”.
Además, ha comentado que siempre guarda una cita de Mateo 16, 24, ya que antes de ingresar en la pista de tenis “dejo mi cruz, intento seguirle y dejarme llevar en el partido y que el Señor a través de mí vaya actuando en la pista”, ha concluido.