Miguel Moreno, joven seminarista: "Dios tocó mi corazón e hizo que viese la necesidad de entregarle mi vida"
El joven madrileño ha explicado que en el seminario "ha descubierto a jóvenes que nos hemos encontrado con Cristo" y "hemos dado nuestra vida por completo"
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“Mis padres al transmitirme la vida, me transmitieron también la fe y su amor. Y ese amor de mis padres me animó en los momentos de más dudas. Al permanecer pude descubrir un amor más grande, que es el amor de Cristo en la cruz. Con esto Dios tocó mi corazón e hizo que viese la necesidad de entregarle toda mi vida. Ante un amor tan grande como el que Él me había mostrado, qué menos que entregarle mi vida y así fue como entré al seminario”, con estas palabras explica el joven seminarista madrileño, Miguel Moreno, de donde le viene su vocación y como decidió entrar al Seminario.
Celebrando el Día del Seminario, ECCLESIA ha podido hablar con este seminarista, que ha explicado que para entender su vocación suele acudir mucho a estas palabras de San Agustín: “Nos hiciste Señor para ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti”.
"Donde voy a ser feliz es con el Señor"
Sobre la sensación que tuvo al sentir la llamada del Señor, Miguel explica que “tuve la sensación de que donde voy a ser feliz es con el Señor, entregándole toda mi vida para anunciarle al mundo. Es una alegría muy grande y tengo la necesidad de transmitir esta alegría y el amor que yo he podido recibir y vivir en mi vida. Esto es tan grande que no me puedo quedar todo para mi y tengo la necesidad de llevarlo al mundo”.
Somos jóvenes que hemos dado nuestra vida por completo
Moreno expone que su en su primera toma de contacto con el Seminario “uno siempre se deja sorprender porque nadie sabe lo que es el Seminario antes de entrar. Lo que he descubierto es que somos todos jóvenes normales que nos hemos encontrado con Cristo y hemos dado nuestra vida por completo. Cada uno tiene su manera de ser propia y a la vez todos tenemos en común esa pasión por Cristo y su Iglesia”.
En referencia a dónde le gustaría desempeñar su labor pastoral, afirma que “donde Dios quiera. Humanamente puede haber situaciones que sean mejores o peores, teniendo en cuenta la afluencia de la gente a la Misa. Pensando así uno siempre prefiere ir donde haya más gente, pero visto sobrenaturalmente la verdad es que me da igual porque donde quiera mandarme el obispo ahí estaré dispuesto a hablar del amor de Dios, que es lo que ha cambiado mi vida. Me da igual estar en Vallecas, que es donde estoy ahora, que estar en cualquier otro sitio”.
Por último, Miguel Moreno ha invitado a los jóvenes a acercarse al Seminario explicando que “lanzaría la pregunta de a quién entregas tu vida. Solo tenemos una vida, una vida muy valiosa que ha valido toda la sangre de Cristo y no podemos hacer el tonto con ella. Animaría a todos los jóvenes a pensar qué quieren hacer con su vida, ponerse delante de Dios y ver qué quiere Dios que hagan ellos con su vida”.