El primer mensaje del cardenal Omella a la audiencia de COPE tras ser elegido presidente de la CEE

El Arzobispo de Barcelona reconocía el 3 de marzo de 2020 haber sentido miedo cuando se conoció este lunes el sondeo de votación

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José Melero Campos

Publicado el - Actualizado

2 min lectura

El presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Juan José Omella, quiso dejar el 3 de marzo de 2020, minutos después d esu elección en Asamblea Plenaria, un mensaje en COPE para saludar a sus millones de seguidores. Lo primero que hizo el Arzobispo de Barcelona fue reconocer que no se esperaba ser elegido: “No me lo esperaba y, sobre todo, tampoco lo deseaba”, aseguraba.

Una presidencia que Don Juan José Omella asumía afirmando que tratará hacer de la CEE una orquesta de la que él únicamente será su guía: “Yo no sé trabajar solo. Los nuevos estatutos reflejan además que tenemos que trabajar en comunión y fraternidad, que es lo más bonito que existe. Yo tengo la imagen en mi cabeza de una orquesta, donde el director guía los ritmos de la música pero, si no tienes buenos instrumentistas, es un desastre, y si los instrumentistas no tienen un guía, pues lo mismo. Yo creo que en España tenemos buenos obispos, por lo que el director de la banda no es más que un hermano que marca el ritmo de todos. Es el modelo que quiero practicar”, remarcaba en COPE.

El cardenal Juan José Omella, además, transmitió un mensaje de esperanza en sus primeras horas al frente del organismo episcopal: “Después de ver la votación del sondeo, me entró lo que se conoce vulgarmente como el canguelo, y me puse a rezar. Se me vino a la mente aquella barca en la que los apóstoles estaban siendo zarandeados por el viento y la tormenta, mientras Jesús dormía tranquilamente. Cuando le despiertan al comprobar que el barco se estaba hundiendo, Jesús les dijo... ¿Por qué dudáis, no me tenéis a mi con vosotros? Y logró calmar la tempestad”, recordaba Omella.

El presidente electo ha extrajo de este episodio bíblico una enseñanza: “En medio de la enfermedad, de las dificultades terribles a nivel psicológico, religioso, laboral o en cualquier ámbito, no nos olvidemos que el Señor dijo... Yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo. Si nos fiamos de él, siempre saldremos adelante. Tengamos esa esperanza y esa alegría”, reflexionaba el Arzobispo de Barcelona.

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