"Si el niño se pone malo ya tienes que estar dando explicaciones en el trabajo, sobre todo las mujeres"

Los jóvenes opinan en ECCLESIA si hay conciliación de la vida laboral y familiar en España y cómo influye en su decisión a la hora de traer al mundo una nueva criatura

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"si el niño se pone malo ya tienes que estar dando explicaciones en el trabajo, sobre todo las mujeres"

José Melero Campos

Publicado el - Actualizado

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La conciliación laboral y familiar es una de las asignaturas pendientes de nuestro país, y que dificulta a las parejas traer hijos al mundo. Las medidas que se toman en España son erráticas e insuficientes, tal vez porque no se le dan voz a los expertos. Si bien es cierto que se han producido avances, como equiparar la baja paternal con la maternal, el abordaje no es integral.

Algunos expertos recomiendan compatibilizar la jornada laboral con la escolar, así como potenciar el teletrabajo que parecía haber venido para quedarse durante la etapa más dura de la pandemia, pero con el paso de los meses se ha ido desinflando. Mientras las administraciones públicas y privadas no alcanzan acuerdos que propicie la conciliación, son muchos los jóvenes que desean procrear, pero sus circunstancias personales o laborales se lo impiden, sin que nadie les dé respuestas convincentes y eficientes.

"Me gustaría ser familia numerosa y tener tres hijos. Ahora mismo podría tener uno, pero la conciliación no es la más adecuada", lamenta Carmen, de 27 años, en ECCESIA. Trabajadora del sector privado, ha reclamado a las empresas medidas que flexibilicen los horarios: "Que haya más libertad para llevar los niños al colegio y no dejarlos con nadie. A las actividades extraescolares los apuntas porque quieres, pero si el niño se pone malo ya tienes que estar dando explicaciones en el trabajo. Y esto le pasa sobre todo a las mujeres", ha expresado.

A la ausencia de ayudas a las familias se suman la falta de recursos económicos de otras tantas para poder dejar a sus hijos en guarderías o al cuidado de un profesional doméstico. Por ello, quienes pueden echan mano de los abuelos, que juegan un papel esencial en el ámbito de la conciliación.

Es el caso de Lucía, que a suus 26 años dio a luz hace un año y medio. El encarecimiento de la vida y los bajos salarios tanto de ella como de su pareja, no le permiten dejar a su hijo en la guardería o contratar a una 'babysitter': "No me puedo permitir trabajar a media jornada para cuidar de mi hijo. Salimos a las 19h mi marido y yo y se nos complica. Tenemos que recortar gastos por toda la subida de precios, no me puedo permitir una guardería o una niñera y echo mano de la ayuda de mis padres, que por suerte los tengo, y se encargan de cuidar a los niños mientras trabajamos", ha manifestado en ECCLESIA.

Para Sonia, de 29 años, son demasiadas las piedras en el camino que impone la sociedad y obliga a los jóvenes a tomar la decisión de no formar una familia, aunque matiza que quien los quiere, los saca adelante: "La situación económica o la conciliación puede ser un contra, pero si los quieres tener todo lo demás va saliendo", opina.

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