El obispo de Córdoba asegura que la reforma de la Iglesia pasa por "el fervor de los seminarios”

Demetrio Fernández ha pedido a los nuevos sacerdotes seguir el ejemplo de San Juan de Ávila durante la Misa celebrada en Montilla con motivo de los 455 años de su muerte

Redacción Religión

Publicado el - Actualizado

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El obispo de Córdoba ha asegurado que la reforma de la Iglesia tiene que pasar “por la santidad de los sacerdotes y el fervor de los seminarios”, por lo que ha rezado porque haya más vocaciones sacerdotales.

Demetrio Fernández ha advertido sobre los peligros de que la secularización también llegue a la Iglesia: “Sería lo peor que nos puede pasar, peor que la pandemia o la falta de agua”. De ahí que el titular de la diócesis cordobesa pide a los jóvenes no tener miedo si sienten la llamada del Señor.

“Aquí estamos para ayudarles. No se crean que tienen que ser superperfectos, porque solo es perfecto el amor de Cristo que te cambia si le dejas”, ha manifestado Demetrio Fernández en su homilía durante la Misa celebrada en la Basílica de Montilla con motivo del 455 aniversario de la muerte de San Juan de Ávila.

San Juan de Ávila: el santo Doctor de la Iglesia que se despojó de sus riquezas

San Juan de Ávila, nacido en el municipio ciudadrealeño de Almodóvar del Campo, falleció en Montilla en su casa, que todavía se conserva tal cual y es lugar de peregrinación especialmente para los sacerdotes: “El 10 de mayo de 1569 entregaba su alma a Dios y convertía a Montilla en lugar de peregrinación al Sepulcro del Santo Maestro”, ha recordado el obispo de Córdoba ante la presencia de sacerdotes, diáconos y seminaristas que se han congregado en la basílica.

Proclamado por Benedicto XVI Doctor de la Iglesia desde el año 2012, Demetrio Fernández ha recalcado en su alocución que fue “un sacerdote santo capaz de explicar el misterio de manera eminente por su doctrina y universal”, por lo que pide a los nuevos sacerdotes seguir su ejemplo.

El obispo de Córdoba atribuye “al corazón fraguado en el amor a Cristo” el atractivo que San Juan de Ávila tiene aún en la actualidad: “Quería parecerse a Él en todos los aspectos de su vida pese a pertenecer a una familia rica, porque su padre tenía mina de plata en Almadén y era hijo único. Tenía la vida resuelta pero se encontró con Jesucristo y por Él lo perdió todo. Se despojó de todo el día de la ordenación. Para el día de su ordenación sacerdotal ya era muy santo. Repartió lo suyo a los pobres. En su primera misa en Almodóvar, ya muerto sus padres, repartió a los pobres su riqueza en su primera misa. Ese es el secreto, que se cree lo que predica”, asevera.

"Estamos llamados a ser sacerdotes santos"

De ahí que Demetrio Fernández inste a los nuevos sacerdotes a que entreguen toda su vida “sin reservarse nada. “San Juan de Dios perdió todo por Jesús y salió ganando”. “Estamos llamado para ser sacerdotes santos y debe ungirnos interiormente esta vocación”, ha señalado.

Y es que como ha agregado, “ser sacerdote no es una colocación cualquiera en tiempos de mucho paro laboral, es una vocación de entrega de la vida entera” , ha sostenido.

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