El obispo de Zamora exhibe una reliquia del siglo XVI para rogar el fin de la pandemia

El obispo de Zamora, Mons. Fernando Valera, ha sacado de la Catedral de la ciudad en la misa del Miércoles de Ceniza la reliquia de la Cruz de Carne, del siglo XIV, para pedir por el fin de la pandemia de coronavirus al atribuirse a esa reliquia propiedades curativas de la peste negra cuando fue encontrada.

El prelado, que ha oficiado la eucaristía de este miércoles en la seo zamorana, ha sacado al término de la celebración esa reliquia al atrio catedralicio para bendecir los cuatro puntos cardinales de la diócesis coincidiendo con el inicio del tiempo litúrgico de la cuaresma.

En la bendición con la Cruz de Carne, el obispo de Zamora ha tenido un recuerdo especial para "todos los que cada día hacen el milagro de atender a nuestros enfermos, que se juegan la vida" y ha asegurado que el mundo se ha convertido en "un gran hospital de campaña".

De forma específica se ha referido a los trabajadores sanitarios "que tanta entrega y bien hacen" y a las personas que han actuado con generosidad en estos momentos, a los que ha pedido que se dejen bendecir y a los que Dios "concede su bendición" y quiere hacerlos "milagro para los demás" y "testigos de su amor y su benevolencia".

La Cruz de Carne es una reliquia que, según la leyenda, se la entregó un ángel en el siglo XIV a un monje benedictino llamado Ruperto cuando éste oraba junto a un olivo para pedir que cesara la peste negra que entonces asolaba a Zamora.

El ángel le aseguró que mientras se conservase la veneración de la Cruz que le entregaba la ciudad se vería libre de cualquier clase de peste. Mons. Fernando Valera anunció en un decreto eclesiástico la pasada semana que sacaría la reliquia que habitualmente se guarda en el interior de la Catedral tanto el Miércoles de Ceniza como todos los viernes del tiempo de Cuaresma para pedir a Dios por el fin de la pandemia.

En esta primera celebración de ese ritual, la Cruz de Carne, que se guarda en un relicario de plata con toques dorados de principios del siglo XIX, la ha portado el deán del templo mayor zamorano, José Ángel Rivera de las Heras, que ha acompañado al obispo mientras éste hacía una breve oración.

La reliquia se custodia actualmente en el sagrario del retablo de la capilla de Santa Inés de la Catedral de Zamora, después de que en el año 1835 fuera trasladada a la seo zamorana desde el monasterio de San Benito. La Cruz de Carne se custodió inicialmente en la iglesia de San Miguel del Burgo, como lo demuestra una bula papal del año 1509 y posteriormente, a finales del siglo XVI, al derribarse ese templo, fue llevada al monasterio benedictino.