Omella advierte que las agresiones sexuales y abortos crecen por un modelo educativo "no acertado"
El presidente de la CEE ha criticado el modelo educativo en materia afectivo-sexual que impera en las aulas, alejado de mostrar la belleza de la sexualidad que propone la Iglesia
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Nuestro país no ha acertado en el modelo educativo en materia afectivo-sexual”. En estos términos el presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Juan José Omella, ha llamado a la reflexión sobre el número de embarazos no deseados o de agresiones entre menores en los centros escolares que se están produciendo en nuestro país.
Durante su discurso con la que comienza la Asamblea Plenaria de los obispos, Omella ha destacado que frente a este modelo educativo, la Iglesia apuesta por una educación afectivo-sexual que muestre la belleza de la sexualidad: “Es necesario enseñar a vivir todo con responsabilidad, también la sexualidad. La unión sexual entre un hombre y una mujer es un acto que puede ser fuente de una nueva vida y, por lo tanto, es necesario educar a los jóvenes a actuar por amor y teniendo en cuenta si pueden o no asumir la responsabilidad de sus actos, esto es, de si pueden o no acoger dignamente a un bebé”, ha expresado.
Asimismo, el también arzobispo de Barcelona ha remarcado que educar en la responsabilidad “es saber decir no a tener una relación si no se puede acoger la vida que podría llegar. Educar en la responsabilidad sexual no es el aborto, sino presentar la bellísima relación que tienen la sexualidad, el amor y la vida”, ha añadido.
Pero no solo en lo que se refiere a la responsabilidad sexual, el presidente del episcopado español también ha sido muy crítico con los resultados en materia educativa que arroja nuestro país, donde “pese a las facilidades para el estudio y el acceso a las nuevas tecnologías, se detecta a menudo un descenso en el nivel de conocimientos de los alumnos”. Una realidad que lleva a Omella a preguntarse si “las pantallas son la panacea de la educación o más bien la están perjudicando”. A ello se suma la falta de autoridad de los docentes, la elevada tasa de abandono escolar o la cifra de parados entre los jóvenes.
Ante estos retos que plantea la Iglesia en el campo educativo, Omella ha recordado que la CEE ha puesto en marcha un proceso de encuentro, escucha mutua y participación que desembocará el próximo 24 de febrero en el congreso 'La Iglesia en la Educación': “Tenemos la esperanza de que este Congreso, construido entre todos siguiendo el estilo sinodal, sirva para tomar conciencia de la real presencia educativa de la Iglesia en nuestra sociedad, potenciar nuestro trabajo en red, renovar nuestro compromiso con esta importante misión y compartir con la sociedad las riquezas y posibilidades que ofrece nuestra experiencia ante los desafíos que afronta la educación”, ha deseado Omella en su discurso.